Existen dos clases de grupos de post rock. Unos que con el paso del tiempo y al escucharlos aburren hasta las ovejas con sus desarrollos lineales, con sus ruidos que ya no me dicen nada (Windy & Carl, Labradford (lo siento antes me gustaban) o Tortoise), y otros como Explosions in the Sky, Mono, o estos maravillosos ingleses llamados Yndi Halda, que empezaron su carrera con este "Enjoy eternals bliss", y que cargados de guitarras que lloran y de música rompe corazones, se encargan de que las cuerdas suenen como aguijones de abeja.
Me quedo con esta forma de afrontar los ambientes creados, el clímax instrumental que necesita del silencio para que la sensación de arrobo te llene los ojos de silencio. Vendieron este trabajo como un ep. Joder con el ep. Cuatro canciones y la mas corta de casi 12 minutos. Todo disfrutable, todo para que te plantes en la habitación, te sientes y te dejes llevar por ese inicio llamado "Dash and blast" y su concatenación de crescendos y silabas que no se oyen. 16 minutos. Todo un placer.
Luego viene "We flood empty lakes" otra felicitación de navidad que te llena de esa serenidad necesaria cuando parece que todo sale mal, cuando un aullido de guitarra sintoniza con lo que llevas más dentro de tu ser.
Hermanados con Mogwai y Godspeed you black Emperor!, oyes "A song for starlit beaches" y parece que se abren brechas en el cielo donde poder sacar la cabeza y mirar para buscar un arcoiris, o quizás algún vuelo al azar de unas ocas en busca de mejores tiempos.
La banda sacó otros dos discos mas ("Under summer" y "A sun-coloured shaker"), y se fueron como vinieron. Como cuando suena "Illuminate my heart, my darling!" y poco a poco va entrando la penumbra en la habitación hasta hace poco arañada por los rayos de sol que con meticulosidad danzaban entre la ventana y el permiso de la cortina, hasta que llegamos a la más absoluta oscuridad. Vaya paz!!!!.
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