De sus cinco discos hasta la fecha este quizás sea el mejor. Y es que sólo hace falta la escucha de la inicial "Breaking cover", para darte cuenta que Obaro Ejimiwe continua su constante evolución, en un trabajo donde el post punk se acerca al rap oscuro, para pasar a la electrónica, y siempre con una predilección por describir paisajes de esos que te entran muy de lleno.
Todo "I grow tired..." es una amalgama de piezas urdidas para sacudirte, para llevarte a territorios donde la provocación ("Concrete pony") se da la mano con himnos de esos que seguro que se quedarán en tu cabeza largo tiempo ("Humana second hand").
Y es que si "Dark days+ canapés" (2017), era bueno, este último cd está repleto de lugares donde detenerte y pensar, donde tomarte una copa mientras los cristales dibujan extrañas formas decadentes de lluvia sin caer ("Black dog got silver eyes"), o disfrutar como en "This train wreck of a life" de un cadencia tenebrosa casi cercana a un trip hop de negritud malsana. La reostia.
Me quedo pasmado cuando suena "Nowhere to hide now", otro de los puntos fuertes de este pedazo de trabajo, donde el post punk dibuja estalacticas en noches donde es mejor no salir de casa. Suenan los pájaros en "When mouths collide", el tema más accesible que da paso a la que titula el lp, otra guantazo bien dado de sonidos para temblar y gozar.
Terminar el maestro con "Social lacerations", punto final brillantes a uno de los discos del año sin duda. Una obra inclasificable y de necesaria escucha para los que disfrutamos de los que hacen música para sentirnos dulcemente incómodos.
2 comentarios:
Coincido, discazo!
Esperaba con ganas su nuevo disco y no defrauda nada. En bucle su escucha.
Saludos!
Si, te acompaña mientras haces la comida, mientras te tomas un vermut, mientras llega la siesta, cuando llega la noche.... Saludos !!!!!
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