De momento es el disco de este año que está solo balbuceando. Y es que lo de este grupo irlandés es para enmarcar. No solo por su furia, que la pillamos a las primeras de cambio cuando empieza a escupir "Ticking", sino por el sonido que tienen. No parece que fuese el primer disco.
Gotas de riot girl, de indie rock, mala leche, unos clips confeccionados con mimo para que nos deleitemos con este fragor de batalla ("Heavy"), y una actitud que augura un futuro de esos para disfrutar, si la cosa no se tuerce como la de los malditos Idles.
La cantante y guitarrista Karla Chubb, es un torbellino sin fin que no para, un terremoto que arremete y te deja ko como esa punk song llamada "Cathedral". Himnos a raudales ("Shaking their hands"), acercamientos a sonidos noventeros, ("Adore, adore, adore") y explosiones nucleares del calibre de "Shadow of a doubt", dicen mucho de una banda correosa, repleta de fundamentos y aristas.
"Can't get enough of it" suena a Siouxsie y "Literaty mind" es otra de esas canciones de enganche rápido. Con "A wreck (a mess)" te rompen las caderas y en "Up and comer" dejan claro que la distorsión es su lenguaje. Para terminar "Letter to self" otro templo para la batalla.
Las verdes tierras de Irlanda, nos siguen proveyendo de grupos para entonar himnos para nuestro goce. Sprints, estaremos atentos a ellos.
2 comentarios:
Lo publicamos en el Exile a principios de año y lo incluí en mi lista de lo mejorcito de enero. Me alegra siempre coincidir contigo, querido Carlos. Un abrazo.
Hola querido Juanjo!. Si, son excitantes, adictivos y en directo tienen que ser la leche. Un abrazo
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