El segundo disco de la banda islandesa "Finally we are no one" (2002), lo disfrute vivamente. Anclados en aquel fenómeno tan ambiguo que se llamó indietrónica, su música era dulcemente planeadora, edificante, y hasta divertida, con sus instrumentos de juguete y sus melodías de ensueño.
Cuando editaron este "Go go smear the poison ivy", del grupo ya se habían marchado un par de sus componentes, y la verdad es que no se si esto afectó o fue consecuencia de que el ideario musical de la banda estaba ya algo oxidado.
Y el resultado es un trabajo bastante anodino. Lineal desde que comienza "Blessed brambles", no logra recuperar ni por asomo todo lo que nos cautivó del inicio de este proyecto en su día sugerente. "A little bit, sometimes" quiere despegar como cuando comenzaban su carrera, pero se le ve roles repetitivos que apenas logran sacarnos de la apatía.
Voces de niños entre cacharrería en "They made frogs smoke 'til they exploded", susurros que apenas levantan el suelo ("These eyes are berries"), o teclados a deshora como en "Moon pulls", consiguen que la escucha de "Go go smear the poison ivy", sea un rato que se alarga demasiado sin nada bueno en concreto.
"Dancing behind my eyelids" parece que quiere remontar el vuelo con su expectante abanico de música para el recogimiento, pero consigue al poco que el aburrimiento florezca antes las expectativas puestas.
Nos quedamos pues con los primeros discos de Mum, donde la sorpresa era toda una aventura, donde fabricaban ramilletes de rocío al por mayor. Este "Go go smear the poison ivy" es más que un disco fallido, en la certeza del fin de la inspiración.
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