Rock, country, psicodelia, folk oscuro... Todo cabe en ese cajón desastre maravilloso que son Castanets. Y la verdad es que no hay que esperar mucho para confirmar esta afirmación. Si la que da comienzo a la aventura "Cathedral 2", se bifurca por caminos folk, en "You are the blood" se ponen el mono de trabajo de una experimentación sónica que te sumerge en una odisea de lirismo desgarrador.
"Cathedral" fue el primer trabajo de este colectivo comandado por Ray Raposa, y la verdad es que es mi preferido. Suenan ecos de The Black heart Procession en canciones que se expanden como volutas de un humo pernicioso ("No light to be found ").
Castanets juegan con el drama, con los sonidos de un desierto poblado intuciones peligrosas, de campos donde es fácil extraviarse al albur de un eco desencadenando posibles tragedias ("Three days, four nights). El colectitvo se arremanga y también sabe producir folk que escuece ("As you dou"), como una llovizna fina que te penetra en los ojos sin mramientos.
En comparación con otras bandas de corte similar que logran aburrir por exceso de psicodelia mal digerida (Akron/Family o Six Organs of Admittance), los temas de Castanets son como un murmullo que decora estancias para saborear suculentos venenos como en la increible "The smallest bones".
Un buen paseo por la oscuridad bendecida con lirios y ojos llorosos, es escuchar a Castanets. Repican las campanas y se escuchan mirlos aulladoras cuando el play deja paso al desasosiego de su mantra.
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