Sólo dos discos sacaron esta banda de Manchester, siendo este "Sulk" el primero, donde dan muestras desde el inicio con "Vivid whitsun", de su capacidad para engrosar las filas del britpop que en esos principiantes años comenzaba a llenar portadas.
Las canciones de Molly Half Head son livianas, a veces atrevidas como "Barney", pero siempre tienen un punto interesante, una épica no impostada que les hace merecedores de su recuperación del espacio del tiempo perdido.
"Promote" es uno de los puntos fuertes de "Sulk", y en "Just" nos muestran toda la electricidad de la que estaban dispuestos a compartir. Y es que el Paul Bardsley tenía pose, canciones, y una buena colección de argumentos como para que lo suyo suena a día de hoy actual. El bajo de "Bone Idle", o ese frenetismo roquero de "Spectacle clear" son todo un punto.
"Hopscotch" es otro dardo hacía dianas de perfectas melodías, y hasta se atreven en la más larga de "Sulk", "Gingers part's avenue" a coquetear con una embriagadora y tranquila psicodelia. Tras este inicial trabajo sacaron "Dunce" (1995), y se disolvieron pacíficamente igual que nacieron. Interesantes.
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