Nick Cave & The Bad Seeds. Los jinetes vuelven a cabalgar de nuevo, a pasarse por el forro el duro aliento del desierto, a militar en un pueblo donde los surrurros conviven con el espasmo, donde el amor es una palabra compuesta de veneno.
Escuchar "We no who UR", suave letanía que se te pega a las arterias de tu corazón, es una bofetada de sensualidad, es saber que después del huracán viene un gesto amable, una palabra caída del cielo del silencio para aprobar con nota el siseo de la noche.
Qué grande eres Nick. Y que enorme aportación la de Ellis y compañía patrocinadores de una empresa de dianas de corazón. "Finishinhg jubilee street" es una calima que se sucede sin paro ni retroceso.¿En qué se parece "Wide lovely eyes" al bruto "Dig Lazarus Dig!"? En nada, la amenaza de la distorsión Cave la ha cambiado por el prestigio de la balada.
La amenaza no obstante persiste. En "Water's edge" el predicador Nick junto al violín de Ellis nos introduce en un galimatías de surcos somnolientos. Me gusta el disco porque su espiritu es el del descanso, el de las noches en vela mirando el cielo para buscar la foto de un beso. "Jubilee street" es otro pétalo lento que se derrumba con un intento de suspiro....
"Mermaids" es una nana para vencer miedos, una calima amorosa, las dentelladas del olvido, las pulsiones de vivir. La que titula el cd es simplemente maravillosa, caloría íntima, superficie arrojada al océano de la descomposición para magullarte lagrimas.
El australiano pues se mantinen en racha, nos sigue noqueando, cargamento de esencias para dejarnos sin aliento. Me gusta este veneno, me gusta este ardor, me gusta el galimatías de las sombras....
No hay comentarios:
Publicar un comentario