Llevaba hasta los gayumbos de Motörhead. 18 tacos. ¿Quién no ha sido heavy en esa edad? Chapas, chupas vaqueras con el nombre de los Motör pintado a bolígrafo, remaches, parches de tela. "Ace of spade", "Bomber", "Another perfect day".... Poco a poco, según ahorraba algo del dinero semanal de los viejos, hacía para hacerme con algúna cassette de estos bestias comandados por el killer Lemmy Kilmister.
Motorhead eran mi grupo favorito. A los que honraba con alevosía y premeditación. Fuertes, arrogantes, only rock and rolk, una manera más de situarme al margen. Mientras mis colegas estaban locos por los Van Halen, el rock patrio, Saxon,etc,etc., yo flipaba con las historias del bajista bitogudo aficionado a pornerse calaveras en sus gorras.
Y el caso es que ahora que escucho este "The wörld is yours", ya a punto de cumplir 44 tacos, y olvidado ese pasado de joven metalero,es toda una delicia para los oídos volverlos a hacerlos presente. ¿Qué grupo ha podido tocar en el Primavera Sound, festival independiente por excelencia, y llenar más que los grupos indies? Motörhead. Motörhead. Sólo ellos puede llevarnos por el lado más vicioso de la vida, roqueros que se pasan por el forro a los heavys, leyenda e historia que nunca defrauda, que siempre te pone a 100. Joder, cuanto tiempo ha pasado y que viejo me siento......
Cuando Lemmy hizo este "The wörld is yours" tenia 64 tacos. ¡64! Y escuchando todo el album parece que fue ayer cuando no paraba de bailar con mi guitarra imaginaria cuando me compre "Overkill". Desde que empieza "Born to lose", con Phil Campbell y ese bateria demoniaco que se llama Mikkey Dey, ya sé que Lemmy me tiene en sus manos. Su garganta de bourboun, su bajo desquiciado, su rock para joder. Enormes.
En "I know how to die", Lemmy proclama a los cuatro vientos que tenemos que pillar, que el sexo es nuestra salvación, que antes de guiñarlas debemos de loar al dios del exceso. Como un chaval el amigo Lemmy. "Get back in line" es un hit de esos para moteros y ruteros sin destino. Alto voltaje, eones de fiebre eléctrica.
Y cuando llegamos a "Rock 'n' roll music" parece que suframos un espasmo espacio tiempo y que estamos a últimos de los 70, cuando los coleguitas sacaron su primer disco homónimo cargado de rock and rolk puro y duro, que los heavy quisieron domar y que jamás pudieron con él.
En "Waiting for the snake", es pesadez y lujuria lo que prima, surcos de aires indomables para una banda por siempre eterna. Mi favorita, "Outlaw", rápida, veloz, speed salvaje, como para volver a ponerte de nuevos el traje para reventar las calles.
Motörhead. Y a los que creían en su jubilación, en el horno su nuevo disco, "Aftershock". Para que aprendan los melenudos, para que respeten los independientes, para que todos los amantes de rock and rolk dejen sus ventanas abiertas. Lemmy, como Papa Noel, en su motoinfierno, vendrá a traernos un buen puñado de pecados para que jamás estemos en paz.
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