martes, 29 de marzo de 2022

TOM WAITS. "Foreign affairs" (1977)

 


Hace poco que vi a Waits en ese magnífico film de Paul Anderson Thomas que se llama "Licorice Pizza", obra que el buen amante del buen cine no se debe perder. Así que andaba uno con mono de esa voz desgarrada inigualable, y me he parado en un disco, el quinto de su carrera, que quizás no tuvo la suerte que merece.

El álbum que más se acerca al jazz de Tom Waits, empieza con la instrumental "Cinny's Waltz" donde  ya se vislumbra por los derroteros que van a surcar este maravilloso trabajo. Porque no cabe duda que cuando Tom empieza a cantar en "Muriel", no te queda más que subir las persianas, dejarte llevar por las briznas de la lluvia que se agarran al espejo, y hacer que el café no se enfríe más de la cuenta mientras el salón se llena de músicas de otro tiempo. 

En "I never talk to strangers", aparece cantando la mismísima Bette Midler y en "Medley: Jack and Neil/California, Here I Come", nos vemos inmersos en un auténtico tour de force de una banda sonora imaginaria de un noir film repleto de tiros, gangsters melancólicos y cantantes solitarias entre noches que no se acaban. 

En "A sight for sore eyes" es el piano quien lleva la batuta en una de esas baladas que te deja sin respiración, para que en "Potter's field" el grupazo que acompaña a Waits haga lo suyo para que su voz sea un faro al por mayor. Como gran señuelo del lp, ""Burma shave", de esas inolvidables tonadas que siempre recuerdas, o ese pedazo de "Barber Shop", puro swing que te hace mover hasta los nervios. 

Que grande Tom. Y que ganas de saber algo más de él. Toda su discografía como salud que nos salva del deterioro del aburrimiento. Gran Waits, siempre para arropar nuestros sueños. 


2 comentarios:

manolo.dj dijo...

Excelente entrada. Precisamente porque no es este un disco tan elogiado en su particular y riquísima carrera, pero no porque desmerezca en calidad, sino porque somos nosotros los que no sabemos situarnos a menudo en el contexto que cada obra merece. Y no voy tanto a la comprensión de ciclos musicales, etapas personales o circunstancias que rodean la elaboración de tal o cual disco; refiero más bien nuestras prisas que no conceden tregua a la escucha, nuestros clichés envejecidos que solo están a la caza de "lo que se parece a...", nuestras etiquetas disfrazadas de cultura que nos sobra cuando en realidad son nuestras carencias las que nos delatan...
Grande Tom, y gran lección la que nos brindas al rescatar estas obras únicas y bellas. Será mi próxima escucha, aunque no hace tanto que saboreé estas coplas...

Abrazo siempre.

Carlos dijo...

Hola amigo Manolo!!!! Suscribo punto por punto tus palabras. Hay veces que en los artistas con una discografía tan amplia e interesante como la de Waits, que esas mal llamadas "obras menores", lo son por desconocimiento o por que no se las prestó la atención debida. Siempre tenemos tiempo para su necesaria recuperación.
Un fuerte abrazo