Desde el año 2006 llevan sacando trabajos esta pedazo de banda de mafiosos de la psicodelia y el garaje, comandados por ese guerrillero llamado John Dwyer. Y este "Drop", como cualquiera de sus otros discos, es indispensable para tu apertura mental, para recibir los goces sónicos de un grupo que lleva desde sus inicios en estado de gracia.
Si "Penetrating eye" los sitúa en un laberinto de colores vivos, donde el ácido se derrama sobre las cabezas de los orates que bailan sin ton si son. "Encrypted bounce (a queer song)", con ese saxo sonando a reto y esas guitarras repletas de psicodelia cautivadora, feedback que te deja el cuerpo con ganas de más y más, es todo un puntazo.
Y la fiesta no para. "Savage victory" es radiante, un festival de un estruendo apaciguado, donde todo puede pasar, todo la música busca el éxtasis y la emoción total. Media hora de duración de "Drop". Poco pero altamente disfrutable. "Put some reverb on my brother" para un escupitajo hippie y la que titula el lp es una bocanada de ritmos casi mods. Vaya pasada.
"Camera" es una orgía de seductores sonidos de otras épocas, y "The Kings Nose" podía pasar por un himnos de esos para volar. El final con la tranqui "Lens", sirve de aspirina para este viaje que definitivamente no te lo debes perder.
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