El grupo de New Jersey solo sacó 3 discos. "Secaucus" fue su segundo trabajo, y es un compendio de vitaminas de indie rock para vencer fatigas tristes, días aciagos, remolinos de pasividad. Ya demostraron lo que valían cuando escuchamos "Silver" (1994), y este disco que le continuó, es una amalgama de sonidos de esos que se recuerdan.
Nada más empezar, la emocional "Yellow number three" para seguir con una track que nos recuerda a Superchunk, "Built in girls". No se cortaban es hacer hits al por mayor como nos encontramos en "Rest your head", para apaciguarse algo con "Won't get too far".
Pero lo que más le gustaba a la banda comandada por su cantante Charles Bissell es sacar a pasear a la melodía ("Joneses rule of sport"), y danzar en un torbellino donde es fácil caer en el arrebato como sucede en "Dance the midwest".
"Sill complaining" es adictiva y "Hats off to marriage ,baby" se acerca con valentía al punk. Variados en su forma de afrontar el indie rock, no se les caía los anillos para regalarnos baladas del tipo de "Jane fakes a hug" para casi a continuación seguir con esa electricidad tan bien llevada ("I married sonja").
The Wrens duraron poco pero supieron aprovechar el tiempo. Lo suyo es indie rock con garantías, con distorsión y una lírica para nada amañada. Música para pasar el domingo por la tarde, para levantarte del suelo, para gozar de su atemporalidad.
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