viernes, 17 de enero de 2014

THE BAD PLUS. "Made possible" (2012)


No he parado de seguir la pista a este trío norteamericano desde que escuché como se las apañaban versioneando a grupos como Nirvana o Pixies, desde una perspectiva totalmente heterodoxa y siempre con una pegada encomiable.

Ethan Iverson, Reid Anderson y David King, me subyugaron con "These are the vistas" (2003), y la verdad es que el jazz fabricado por los de Minneapolis te deja a la primera de cambio boquiabierto. En este "Made possible" tenemos más fundamentos aun para seguirles, para disfrutar como orates de sus improvisaciones tan inconmensurables.

Y eso que empiezan melosos con la íntima "Pound for pound" una certera, tranquila y melancolía que dejan paso a "Seven minute mind" (minimal y decorativa)  y "Re-elect that", (la batería de David King llevando la batuta) donde se lo pasan pipa en los fogones, rezumando calorías e incontención.

Salvo un homenaje a Paul Motian ("Victoria"), The Bad Plus, han dejado aparcadas las versiones y se han dejado llevar por la marea. Así que todo es festejo y rabia en "Made Possible".Y si escuchas "Sing for a silver dollar", parece que te estas topando con  una banda de rock en estado de resaca, conjunción instrumental que hace trucos de magia con cada compás.

Este octavo disco de la banda no baja el pistón. Es otra excusa más que tienes para adentrarte en el jazz con pantuflas de independientes. Me rindo ante la suavidad nebulosa de "For my eyes only", con sus silencios provocadores, con su maraña de piano, con una tensión etérea que te deja sin aire.

Y luego esta la vacilada swing de "I want to feel good pt.2" un bullicio febril excelso y radiante. Los catorce minutos de "In stitches" ponen la guinda al pastel, con la elegancia que caracteriza al trio, elaboran una balada que acaba siendo un disparo free. La leche los tipos.

Un valor seguro pues The Bad Plus. Nada ha cambiado. Siguen igual, indemnes al paso del tiempo, con suficientes razones argumentales para seguir fiándonos de ellos. Buen jazz. Ojo al video.


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