Vaya petardazo supuso el segundo disco de la banda americana con su noise rock electrónico, que desde el primer misil, "I heath", deja a las claras lo corrosivo de su propuesta, a la par de esos guiños tan personales para que su música se pueda bailar, aunque sea en un frenopático ("Die slow").
El trio con Jack Duzsik, se esmeró a lo grande en un disco de no mucho minutaje (apenas media hora), pero todo concentrado, con veneno en las composiciones, con un armazón de ruido de esos que dan miedo.
Siempre me quedaré con esta primera parte de la vida de Health, más tarde se fueron escorando más a la electrónica. Pero "Get color" es puro disfrute. "Nice girls" es como si Swans hicieran shoegazing y "Death+" es pura dinamita electrónica absorbente y angustiosa.
"Before tigers" es delicada a su manera. Desde una oscuridad malsana y repetitiva, desde un color negro que apenas se ve alterado por mínimas gotas de luz. "Severin" es post punk de ese que da miedo y en "Eat flesh" vuelven a la carga con esa electrónica nacida de un volcán sin miedo a hacer desaparecer todo.
"We are water" y "In violet" son el punto final a este extenuante viaje de ruidos blancos y sombríos, de una banda que fue de más a menos. Este cd, es de los que hay que tener en tu discografía.
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