El disco salió en octubre del pasado y finado año, y es quizás el mejor trabajo de post-hardcore, mathrock, noise rock o como quieras llamarlo. El trío francés, en su segundo largo, ofrece toda una sacudida de nervio, de electricidad que te deja patidifuso, de envolventes sonidos de esos que miran por el retrovisor a Fugazi, Sonic Youth, Refused y otras bandas que tantos amamos.
"Different creatures" con ese parón a mitad del tema que enlaza un principio y un final demoledor, es la primera embestida de este torrente que crispa y te pone nervioso. Si "The Thread" (2017) era bueno, este "Breath in/out" lo supera por su sonido áspero y demoledor.
En "Death by embarrassment" se acercan al noise rock, pero siempre conteniendo la respiración, con un poso de lo que podía ser una melodía pero no lo es. Brillantes y cautivadores, su escucha necesita decibelios, una buena descarga de volumen para disfrutar de este arsenal de dinamita. "Scissors" es otro cuchillo afilado hasta los dientes del alma, contenida de mentira, brutal en su desarrollo, jugando al exabrupto, colapsando el aire con un cóctel de esos que envenenan todo lo que se mueve.
La más burra del disco es "Boot on a thistle" con su cantante endemoniado en medio de una marabunta de espasmos y estridencias de esas que curan cualquier pena; bramidos y espanto, fiereza y detonación. La leche los chicos.
El tema que más me ha llenado es "End of the line", con un toque más calmado, casi postrock, los minutos se van estirando en una progresión de tristeza candente, con volutas de cirros descargando tormentas de esas que enfurecen el alma. Alto tonelaje emocional. El inicio de "Everyone out" es de enganche inmediato, con esas carantoñas instrumentales que dan paso a un buen sopapo de suspiros febriles.
Y la fiesta del ruido no para, las dos últimas "Against the rain" y "Middle of march", te provocan que cuando acaba esta última tu dedo corra sin permiso de nadie a volver a pulsar el play. Lysistrata, este disco hay que recuperarlo para el 2020. Estuvieron de gira por España, y las críticas no pudieron ser más potentes. Grupazo.
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