Vienen de Lieja, y con este su segundo disco, nos lanzan un órdago de esos que dejan huella, por su envolvente manera de conciliar estílos (postpunk, post hardcore, indie rock, matchrock...) con solvencia, maestría, furia y agitación.
El comienzo con "Denial", es una buena muestra de ello. Un hit en toda regla, un pedazo de pegamento rítmico para cargarte las baterías y que deja paso a ese trallazo que es "User guide", una tonelada de gritos en medio de una agitación perniciosa, rabia por las calles y guitarras de esas que ladran dando coces de espasmos.
Mirando de reojo a bandas como Drive Like Jehu, son todo un torrente de emoción y catarsis lo que provocan en cada tema de este talentoso disco. "Another canceled mission" es otro arreón crudo y bestial que bebe del indie rock más salvaje de los 90 para en "Say no", estirarse en un calambre de post hardcore sin reparos ni prudencias, ¿para qué?
"Tanker 2,Pt 1" es cruda y pesada, y su segunda parte, la mejor del lote, "Tanker 2, Pt 2- Myriam Leroy" es la narración (en francés) de una mujer, del hartazgo que tiene de un malnacido que solo le da mala vida. Se te ponen los pelos como escarpias.
"God" es dinamita que explota, y vuelve a prenderse y "Bored" son fuegos de artificios que nadan en una psicodelia bizarra. Los ocho minutos de "We are nothing", (con resonancias a Sonic Youth) ponen el punto final de un trabajo de esos que seguro que se escuchará mucho en este 2020.
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