Hay vida después de Biznaga. Y La URSS tienen en su haber buenas instrumentaciones y coros ("Olvido"), junto con pelotazos punk donde ponen la diana en todos los males de una sociedad cada vez más enferma ("Curva de consumo ascendente").
Vuelta a los 80, pero a su manera. "Cristal" que empieza tranqui se envalentona y crispa, se sacude y escupe verdades como chinchetas. Luego "Non plus ultra" y su efectiva pegada melódica, la mejor del lote para que escribe; chiribitas de punk con estructura de esputo, con energía controlada con unas letras inteligentes y que guiñan un ojo puños airados de rabia.
Divertidos y comprometidos, seguidores de esa secta imposible de establecer físicamente de adoradores de Parálisis Permanente, ("Ante el espejo" le hubiera gustado a Eduardo), también se les da bien cuando en "Confianza racional en la acción dinámica" introducen sonoridades que les acercaa a Killing Joke.
Suenan bien. La distorsión y las ganas de provocar les arropa. "Crear al fin" es otro de esas punk songs para vitorear en días de jolgorio y detonación. Para terminar "Habra un sacrificio", otra ración de oscuridad bien entendida.
La URSS, soviéticos de la noche eterna, de gotas de sudor de sangre, de elucubración y pulso rápido. Interesantes y explosivos.
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