El quinto disco del artista más grande de la historia, el nacimiento de Ziggy Stardust, personaje creado por Bowie para definir conceptos, para empezar a comerse el mundo a grandes tragos, con elocuencia, con pasión, aunando teatralidad, arte, rock y transgresión ("Five years").
Llegó del espacio exterior para quedarse con nosotros, para romper moldes, para conquistar corazones y edificar conceptos elaborados en la mente de un músico siempre añorado, donde la eternidad es la huella que dejó, para que todos lo disfrutemos.
Si "Soul love" es encantadora, el pasote de "Moonage dream", uno de sus cientos de hits atemporal, y que deja paso a otra composición, "Starman", donde se define, donde establece ya a su manera la idea de que lo suyo no es de este planeta.
Glam y pianos rotos, ("Lady startdust"), cabaret en escenarios donde la nave espacial de Ziggy lanza sus aullidos ("Star"), o himnos de esos perpetuos como "Ziggy stardust", ya en la memoria colectiva de todos los que amamos la música.
Y como no olvidar "Rock and roll suicide", la expresión máxima de que Bowie estaba estableciendo las bases para que esa invasión del espacio exterior, se perpetuase hasta su desaparición, cuando su estrella se apagó junto a su arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario