lunes, 30 de agosto de 2021

DRY CLEANING. "New long leg" (2021)

 


Enganchado estoy a este que es mi disco del verano. No hace falta mucho. Solo con el inicio de "Scratchcard lanyard" y esa pedazo voz de Florence Shaw, relatando más que cantando, en medio de una guitarras que guiñan un ojo a todo el post punk de los 80 que amamos. Ese sonido de guitarra, como me recuerda a The Sound....

Luego viene "Usmart lady" y esa capacidad para envolvernos entre sombras repletas de espinas, donde podemos vislumbrar influencias de la primera Siouxsie. Vaya pedazo de sonido. El sonido del bajo nos abre la puerta a uno de los hits (y muchos te encuentras), que te topas en "New long leg": "Strong feelings". Para bailar en unas mascarada de momias disecadas. 

Me encanta la sugerente voz de Florence, su manera de llevarte a esos lugares comunes donde las sombras se hacen fuerte mientras las hojas de los arboles te pellizcan a tu paso ("Leafy"). La verdad es que con toda esta marabunta de bandas que nos llegan desde las islas (Squid, Black Country New Road, Shame, Do Nothing, Black Midi y muchas otras más), no podemos más que estar de enhorabuena,.

"Her hippo" te estremece con su repetitivo ritmo y la que titula el cd, seguro que estará en esa selección que los locos de todo esto hacemos cuando acaba el año, pergeñando volutas musicales que nos sacan de nuestras casillas. 

Las dos últimas maravillas, "More big birds" y "A.L.C", no hacen más que confirmar el presente-futuro de unos que serán muy grandes. Oyendo a Dry Cleaning, parece que el calor aprieta menos. Muy buenos. 


viernes, 27 de agosto de 2021

DO MAKE SAY THINK. "Winter hymn country hymn secret hymn" (2003)

 


Dentro de ese sello-comuna canadiense que es Constellation, Do Make Say Think es mi grupo favorito. Y eso que durante tiempo estuvieron luchando con ahínco con los mentores de todo esto, Godspeed You Black Emperor. Pero lo que les sobra a los Godspeed (esos largas progresiones casi sinfónicas), Do Make Say Think  concretizan de una maneral genial un post rock de esos que te levantan del suelo, que te llega muy adentro. 

La primera canción del que fuera su cuarto disco,"Frederica" es un ejemplo de ello. Lírica con crescendo que sube y baja, duelo de instrumentos que parecen que quieren volar. Y es que esta superbanda de ocho componentes, siempre supo fajarse con autoridad en las lides de un post rock que huye de la especulación dejándose llevar por la garantía artística de unos músicos con una calidad superlativa. 

Saxo, saxofón, trompeta, violín.... Todo tiene cabida aquí a parte del bombazo de esas tres guitarras eléctricas que te acarician sin quemazón. El inicio de "Auberge le mouton noir" y su posterior desarrollo, es todo un lujo para tus oídos. Neoclasicismo con uñas afiladas. Como los diez minutos de "Outer inner secret", dulce especulación minimal que enciende las alarmas de tus sentidos, que te pide más. 

Los de Toronto saben tirarnos salvavidas cuando estamos a punto de ahogarnos ("107 reasons why"), también saben acercarse al jazz con frescura, como lo demuestran en "Ontario plates". Seguimos el viaje con la vibrante "Horns of a rabbit" para perdernos en tentaciones impresionantes en el final del cd con "Hooray! Hooray! Hooray!". 

Todo un lujazo pues volver a Do Make Say Think. Con ellos no te aburres. Son todo un portento de efectividad intuitiva. Su post rock es como un paseo en barca por un estanque repleto de nenúfares recién despertados. 


miércoles, 25 de agosto de 2021

SLUG. "Swingers" (1992)

 


No se andaban con chiquitas Slug. Para empezar el que fuera su primer disco, la banda de noise rock de Los Angeles, nos dan un derechazo conciso y bestial, con los 14 minutos de desasosiego cerebral de la canción que titula el cd. Eso para dejar bien claro a las primeras de cambio, por donde tiraban los tiros de este combo , que con solo tres lps se hicieron un lugar cerca de bandas como Big Black o Swans. 

Con dos guitarras, dos bajos, batería y la voz de Steve Ratter, "Swingers" es un trabajo duro, explosivo, minimal en su radioactividad colosal, expansivo y también atrayente. "Messerschmidt" es una jauría de apocalipsis envasado al vacío y en "Face down" se arrastran en una cueva de violencia sónica total.

"Four by four" es pura experimentación. Donde más se parecen a Big Black. Distorsión y acero, toneladas de grisú en mano de geste peligrosa. Pedazo pelotazo. Como "Lockjaw" y esa fiebre que te carcome los oídos. 

Y luego están las canciones que no llegan a los dos minutos como "Hail America!" o "Trafalgar square". Underground total. "Diesel" es tenebrosa y amenazante, como "Horrible skull" y su voracidad ruidosa. Para terminar, la más extrema, "Swingers ("Someday"), y su repetitivo gozne vocal que te aturde y noquea. 

Slug. Otros tapados de los 90, y van ya...... La verdad es que es todo un goce adentrarse en estas marañas rugosas de peligros y disolución. Ahora eso sí. Hay que estar preparado. 


lunes, 23 de agosto de 2021

SLOAN. "Smeared" (1992)

 


La verdad es que no me puedo creer la mala suerte que tuvo este grupo canadiense que en los 90 nos regaló discos de verdadero power pop, cargado de adrenalina indie. Y es que si The Posies o Teenage Fanclub se llevaron parabienes (bien justificados todos), a Sloan lo tenemos que encontrar en esa hipotética lista de grupos de clase B de la época. Y es una pena. 

Este fue su primer disco. Para mí el mejor. No se puede empezar mejor un disco que con "Underwhelmed" y su continuación la vital e indie "Raspberry". Y es que "Smeared" está repleto de himnos de la talla de "I am the cancer", y de distorsiones de esas que te hacen bailar sin parar como es "Median strip". 

"Take it in" es dulce y a la vez venenosa y "500 up", parece casi un espasmo de shoegazing al por mayor. Vaya pelotazo. "Marcus Said"  es  casi britpop y en "Sugartune" se suben al carro de la dulzura melódica. Esto es un no parar. El final de "Left of centre" es un avispero de distorsión, como "Lemonzinger", la mejor del disco, con su brutal sonido que te perfora y te hace vibrar. 

No hay canción mala en "Smeared". Aquí todo merece calificativos superlativos. Te pones "Two seater" y te viene a la cabeza Sonic Youth y el final con "What's there to decide", es el justo desenlace para un trabajo de esos que hay que recuperar sí o sí. 

Su siguiente producción, "Twice  removed" (1994) es otro trallazo repleto de absolutas y portentosas canciones. Luego se fueron calmando bastante, hasta que nos dijeron adiós con "12", en 2018. Pero eso es ya otra historia. De momento, a disfrutar con este pedazo de cd. 


viernes, 20 de agosto de 2021

HEALTH. "Get color" (2009)

 


Vaya petardazo supuso el segundo disco de la banda americana con su noise rock electrónico, que desde el primer misil, "I heath", deja a las claras lo corrosivo de su propuesta, a la par de esos guiños tan personales para que su música se pueda bailar, aunque sea en un frenopático ("Die slow").

El trio con Jack Duzsik, se esmeró a lo grande en un disco de no mucho minutaje (apenas media hora), pero todo concentrado, con veneno en las composiciones, con un armazón de ruido de esos que dan miedo. 

Siempre me quedaré con esta primera parte de la vida de Health, más tarde se fueron escorando más a la electrónica. Pero "Get color" es puro disfrute. "Nice girls" es como si Swans hicieran shoegazing y "Death+" es pura dinamita electrónica absorbente y angustiosa. 

"Before tigers" es delicada a su manera. Desde una oscuridad malsana y repetitiva, desde un color negro que apenas se ve alterado por mínimas gotas de luz. "Severin" es post punk de ese que da miedo y en "Eat flesh" vuelven a la carga con esa electrónica nacida de un volcán sin miedo a hacer desaparecer todo. 

"We are water" y "In violet" son el punto final a este extenuante viaje de ruidos blancos y sombríos, de una banda que fue de más a menos. Este cd, es de los que hay que tener en tu discografía. 


miércoles, 18 de agosto de 2021

GOD IS AN ASTRONAUT. "Ghost tapes# 10" (2021)

 



La verdad es que esperaba algo mas del disco de los gemelos irlandeses Niels y Torsten Kinsella. Qué conste que a los aficionados al post rock, variante instrumental, estoy seguro que hará las delicias desde que se inicia "Adrift".

Toma el nombre el cd de unas campañas que hacían los yankies en la guerra de Vietnam, grabando en cintas gritos, ritos funerarios budistas, para atemorizar a los vietnamitas. Partiendo de esa base, el disco se mueve en coordenadas bastantes ortodoxas del género ("Burial"), pero echo de menos el hechizo de discos como "Epitaph".

"In flux" con ese inicio espectral si que conserva las cadencias de la banda de sus otros trabajos, y "Spectres", también funciona con esa distorsión bien currada, bien trabajada creando pequeños microclimas de desolación y rabia. 

Es en otros intentos como en "Fade" donde padecen del deje de la repetición y donde se nota que falta algo más en el trabajo. "Barren trees" continua esa misma cadencia para terminar el disco con la que más me gusta. La tranquila y triste "Luuminous waves". 

Con un recién disco en directo ya a la venta, donde hay si, podemos ver la verdadera intensidad del grupo, esperemos futuros trabajos que nos quiten la espina de saber que podían haber hecho algo mas.


 

domingo, 15 de agosto de 2021

REALLY FROM. "Really from" (2021)

 


Mi disco de verano. Sin duda. Desde que empieza la primera tonada titulada "Apartament song" , banda de Boston nos llevan de la mano con sus trompetas jazz y sus ritmos mathrock a un lugar desconocido donde la sensualidad casa con inconformismo, todo dotado de un luz que todo lo aclara, que te deja perplejo cada vez que los escuchas. 

La voz de Michi Tassey, en canciones como "I live here now", acompañado por Chris Lee-Rodriguez, comenzando suave, y convirtiendo la ternura en un himno donde van acelerando y parando, avanzando y convirtiendo la belleza en el eje primordial de este refrescante y necesario disco. 

Con dos disco bajo el brazo, en este tercero han dado la campanada. "Try lingual" es un volcán de mathrock, frenética, adictiva, brutal esa melodía que te deja ko según avanza esta secuencia programada de arte en mayúscula. 

En "In the space", la verdadera protagonista es la trompeta de Matt Hull, delicada parábola de caricias complejas, en medio de cinco minutos de calma y de emoción sin contener. "Quirk", que fue la avanzadilla que conocí del disco es otro paso más de una forma de crear paisajes donde la destreza instrumental de los músicos, todos ellos ajustados y a la vez, sacan de la chistera un montón de trucos para tener embriagado. 

Como no sacudirte con "I'm from here" y la catarsis pulida en una tensión de caramelo, dibujos animados de jazz y mathrock marinados en una perfecta conjunción. Si hasta aquí estabas flipando, espera a oír "Yellow fever" puro entretenimiento para tu alma. 

A disfrutar pues en este verano caluroso y demencial de Really From. Es la mejor manera de escapar de las estridencias de las temperaturas. Un aperitivo que nunca se acaba.



jueves, 12 de agosto de 2021

BERTRAND BELIN. "La perdue" (2007)

 

De los últimos artistas que he conocido de la escena francesa, es Bertrand Belin el que más me ha impresionado. Músico y escritor, lleva desde el año 2005 regalándonos verdaderos artefactos que parten de las chanson y se instalan en un rock de autor siempre llevado con esa pedazo voz de Bertrand, que embriaga y convence ("Le trou dans ta poitrine"). 

Me gusta la dulzura que emplea en sus temas, como cuando usa la mandolina en "Rien à la ville", en un torrente de melodía que te hace sonreír sin remedio. Es vibrante lo que hace Belin. Nada complicado, pero si eficaz. Se mete en tus humores y te engrandece tus días. 

La que titula el cd es puro barroquismo bien entendido y en "La tranchée" no puedes más que poner un gorro a esos pelos del brazo que en punta se sobresaltan por tanto lirismo, por esos rayos que no cesan de batirse en comarcas de sueños posibles. 

"Tes délices" es trotona, casi un western song con aires bohemios y "Ali et Maria" es sinuosa como una nana que te mece en siestas imposibles de tomar por el abuso insistente de estos calores que maltratan hasta el buen ánimo. Mi favorita, "Les oiseaux", donde la guitarra acústica toma protagonismo mientras Bertrand narra con su habitual clima vocal, una de esas historias que te tiene enganchado a sus palabras. 

Barbara Carlotti hace su aparición estelar en "L'aube posée" para hacer el tema más impresionante aun y con "Au coeur des astres" Belin demuestra la destreza para confeccionar canciones con un alto contenido emocional. 

Pasad del aburrido Benjamin Biolay si no la habéis hecho ya. Belin le supera en canciones, en instrumentación, y sobre todo en modestia. Un gran artista, sin duda. 


martes, 10 de agosto de 2021

SISTER DOUBLE HAPPINESS. "Horsey water" (1994)

 


Los conocí de casualidad. Un cd de esos de saldo que me dio buena espina. Fue su homónimo disco, y me deje llevar porque grababan en el sello SST, discográfica fundada por Greg Grinn de Black Flag. Y la verdad es que no me defraudaron. Un torrente de blues alternativo, 
eléctrico, salvaje, con un mogollón de distorsión. 

"Horsey water" fue su último disco antes de separarse, y como en los cinco anteriores aquí tienes mil formas de pasarlo bien con esa armónica que desbocada se mesa los cabellos con las guitarras en "Gurdon Jail". 

La banda de Gary Floyd y Lynn Penko, se agarraban a la tradición, ("Bad line"), para retorcerla desde el delta de un Misisipi plagado de truhanes sin corazón. Cuando más me gustan es cuando aceleran el pistón con sus aires hard como en "Holly said" aunque también tienen tiempo para tirar de una ternura creíble en canciones como la fascinante "Waiting for Anyone". 

Pero donde más a gusto estaban Sister Double Happiness era en la estridencia blues ("A & R Man"), y en miradas particulares hacia la ortodoxia del género ("For all time"). Más siempre sacaban del sombreo de mago su elocuencia de banda alternativa dentro del blues, como vemos en "Sweet home California". 

Grupo a recuperar, con una discografía ampliamente disfrutable, y donde el blues es el principal  baluarte de unas composiciones que han resistido con fuerza el paso del tiempo. 


domingo, 8 de agosto de 2021

YUNG. "Ongoing dispute" (2021)

 

No hace falta mucho. Tan sólo darle al play y escuchar el primer tema, "Autobiography", del segundo disco de estos daneses, que la verdad es una maravilla de principio a fin. Melodías que te enganchan, guitarras que lloran, distorsión que te reclama más y más. 

Uno de los discos que más estoy escuchando este verano. Y es que es imposible resistirse a temas como "Lust and learning" y ese post punk lírico que a veces recuerda a unos primeros Supergrass pero con bastante más gracia. "Progress" tira de grandeza y de épica en un retorcido recorrido que nos trae a la cabeza a los monumentales Bedhead. Vaya sonido.

Apabullan cada vez que te lo pones, crece la intensidad y el encantamiento. "Dismantled" te sumerge en las aguas de un post punk compuesto por flores siempre a punto del desprendimiento, y la aguerrida "Above water" hace que tus pies tengan un constante combate para luchar contra la quietud. 

De single va "Such a man" y su enganche rápido y "Hose it off" es triste hasta en la distorsión que te mece entre perfumes de esos que te envuelven el sino. Y en el final, la mejor de todo el disco. "Friends on ice", para poner sin parar, para dejarla preparada en tu giradiscos cuando venga la tristeza a tomar un té contigo. 

Vibrantes y espectaculares Yung, "Ongoing dispute" me acompañará en este verano con su crudeza y su enganche rápido, con sus canciones que son un boom que te atrapa y te cuece. Discazo a la vista pues. 


jueves, 5 de agosto de 2021

SIDI BOU SAID. "Bodies" (1995)

 

El desaparecido lider de Cardiacs, Tim Smith, fue el que produjo el que fuera segundo disco de esta banda londinense, apuntada como era de rigor en la época, a toda esa andanada de bandas que en los 90 nos hicieron explotar los sesos. 

El sonido de Sidi Bou Said, si te gusta Throwing Muses, te va a entusiarmar ("Hyde" podía estar perfectamente en cualquier disco de las Muses). La voz de Claire Lemmon lleva la batuta de todo este viaje que tiene arranques de furia como "Practise Walking" donde elevan el listón de un disco que resumiendo y viendo todo lo que había en esa época acaba perdiéndose en demasiada similitudes con lo que nos hacía perder los estribos. 

"Wormee" juega al despite con su melodía suave para acabar siendo un pequeño hit, y "Magnet" también funciona por esa pequeña tensión que imprimen en unos temas que parecían lanzados para hacerse un hueco en las listas del momento. 

Pero entran en barrena y en la repetición, en otros intentos como "Bovary", donde intentan el truco de calma y furia y no les sale nada bien. Cuando me gustan es cuando se salen de madre, como en "Big Yellow taxidermist" donde suenan casi experimentales. Pero el goce se ve interumpido con medianías tipo "Ode to drink" o "Britlle". 

Una del cal y otra de area. Asi transcurre "Bodies". No, no es un álbum que deja huella, pero si que nos pone frente a nosotros, lo que se estaba pergeñando en esa época en todo el universo independiente.Sacaron tres discos y luego se difuminaron. Siguiendo nuestra busqueda de grupos de aquellos maravillosos años. 

martes, 3 de agosto de 2021

THE FLAMING LIPS. "Oh my gawd!!!...The Flaming Lips" (1987)

 

The Flaming Lips me dejaron de gustar cuando se hicieron previsibles. Los dejé de seguir en "Zaireeka" (1997), con eso lo digo todo. No me gustan esas ínfulas que calzaban cuando se hicieron acomodados para los medios independientes. Mi disco favorito siempre será "Hit to the death inthe future dead" (1992).

"Oh my gawd!!!..." fue su segundo disco,  y desde que comienza la vacilona "Everything's explodin'" podías ya ir intuyendo que aquí se perfilaba una buena banda.  A Wayne Coyne, le acompañaban Michael Ivins y Richard English, con sólo ver la portada puedes intuir que la psicodelia orate es parte fundamental de estos primeros pasos de la banda estadounidense. 

Todavía estaban por venir sus mejores monmentos discográficos, pero es un placer toparte con la extraña y perturbadora "One million billionth...", y sus pasajes de una electricidad amenazadora. "Maximum dream for evil knievel", es otro petardazo de esos que reparten estopa a diestro y siniestro, con Coyne pasando de la furia vocal a la tranquilidad malsana. 

"Can't exist" transpira por todos los poros años 70, y "The ceiling is bendin'" es otro buen paquete de suculentas diatribas para hacerte perder el control. "Prescription:Love" es otra andanada de distorsión macabra, de colores sacados del país de maravilla de Alicia. 

"Can't stop the spring" es machacona y efectiva  y el final con "Love yer brain", como de bajada total, para terminar como se merece este viaje extraño. Qué buenos que eran The Flaming Lips y como se fueron diluyendo con el paso del tiempo. 


domingo, 1 de agosto de 2021

POLAR. "Surrounded by happiness" (2006)

 


Vaya pedazo de banda que fueron los valencianos Polar. Nos regalaron discos como este que voy a criticar o ese indispensable "Comes with a smile", que cualquier seguidor de la calidad de verdad, de la música con corazón, deberían tener en su discografía sin duda. 

Polar siempre fueron nuestros Bedhead, nuestros Low personales. Levantaban muros de una apabullante tristeza, como ese cohete llamado "Martin Eden", o pequeñas ordalías donde dejarse llevar por su mano a sitios donde el silencio es la mejor baza para ser feliz ("Stuart"). 

Jesús de Santos, Miguel Matallín, Paco Grande y Jesús Sáez, dejaron huella. Con tan solo escuchar "Stuart" y esa melodía que provoca fiebre, sabes que ellos eran muy grandes. Grandes que militaron en la retaguardia sus soledades de saberse de otro mundo, en este país nuestro, que como en la gran mayoría, priman al endeble y comercial, y dejan de lado el verdadero arte ("Tunnel"). 

"A way to forget" es escucharla y encogerse el corazón.  O esa épica de los corazones rendidos que se llama "A cup of coffee" y ese vendaval de ruido blanco que se te clava en las arterías, que produce pegamento en las palabras. Así, sin más. 

"1988.0" es pura Velvet,  y en "Pere i Laia" te envuelven con esos arpegios sonajeros que te hacen soñar y volar libre. "When morning comes" y "The Band", ponen el final a un emocionante viaje hacia un slowcore de coartada simple. Lo suyo llega rápido. No hace falta sofisticamiento.