miércoles, 17 de octubre de 2018

E. "Negative work" (2018)


¿Qué podemos esperar de una banda que tiene como componentes a Thalia Zedek (Come), Gavin McCarthy (Karate) y Jason Sanford (Neptune). Caña, riesgo, guitarras dolientes, arte en estado puro. Si ya el proyecto denominado E nos engatusó con el disco homónimo lanzado en 2016, este "Negative work", es otra vuelta de tuerca más.

La voz de Zedek, más doliente que nunca, se enrosca en la electricidad que produce temas tan contuNdentes y bestias como "Pennes", donde se saltan el volumen de los altavoces, danzando por la habitación recuperando a bandas de tensión al límite de los 90 (Jesus Lizard, los mismos Come, Helmet.).

No ha podido tener mejor compañía Thalia. "The projectionist" es un disparo certero que sube y baja, donde los arreones eléctricos son todo una batalla de precisión angular. La que más me gusta del disco, viene enseguida, "Poison letter", donde la tensión se dispara, donde llegamos casi al noise, en una febril contienda instrumental que ostias, te hace de nuevo sentir que el calendario se paró hace muchos, muchos años. Brutal.

El apoyo vocal de McCarthy, casa a la perfección con la contundencia de las dos guitarras de Zadek y Sanford ("A house inside"), recreando un mundo de aristas y mala leche. "One in two" es desgarradora, afilada, melodía con cuchillas, racimos de intensidad y lamentos que suenan a demolición.

Los tres componentes nacidos de formaciones bostonianas, conocen a la perfección el truco, la siderurgia de la mecánica de las guitarras que duelen, demostrando una comunión perfecta que en directo debe de ser la leche ("Untie me).

"Cannibal chatroom" tira de arrojo para acercarse a Sonic Youth y "Hole in nature" es bombón venenoso, catarsis contenida que poco a poco se dispara y te agrede con una insolente belleza. Para acabar "Hollow", otra poderosa y agitada canción que te incita a volver a poner el dedo en el play y empezar de nuevo.

"Negative work", uno de los álbums que seguro estarán entre lo mejor del año por lo que aporta, por la maestría de sus miembros, por la desorbitada manera que tienen de confabularse para construir todo un teatro de fiereza y desgarro.


2 comentarios:

Juanjo Mestre dijo...

Joer, cómo suena el tema que has puesto. Más todas las referencias que has citado. Lo tengo que escuchar bien. Abrazos.

Carlos dijo...

Zedek no falla, es todo un alegato a a favor de las cosas bien hechas. Ese disco despide hechuras, tensión, arrebato. Seguro que te gustará. Abrazos!