Dieron el pelotazo absoluto allá en el lejano 1994, cuando editaron el descomunal "Worst case scenario", un estridente y melódico grupo de canciones, que a los belgas, en plena vorágine años 90, les sentó de maravillas para porque no, acercarse a los que allende de los mares Pixies, Pavement y otros titanes, estaban confeccionando para que aquellos jóvenes nos volviesemos unos encantadores orates.
"The ideal crash", fue su tercer disco, y aunque no supera a su primer trabajo, está repleto de lugares donde echar la vista atras ("Put the freaks up front"), con certeros disparos de baja intensidad pop ("Sister dew"), o aproximaciones al orbe sónico de EELS, ("One advice, space).
Sin embargo, cuando la banda de Tom Barman te deja más enganchado es cuando te seducen con sus estalactitas de corazón, como en la increíble "The Magic Hour" o como en la la que titula el cd, volar con sus himnos delicados, independientes, solemnes y a la vez leves.
Otro hit instantáneo fue "Instant street" y la cañera "Everybody's weird", otro entramado de zig zag compositivo, de luces y sombras enmarañadas por sendas reconocibles, pero igualmente disfrutables. Acaban "The Ideal crash" con "Dream sequence # 1", letanía triste y arrugada, papel roto en pedazos tirado al aire en busca de palabras por siempre olvidadas.
Los de Amberes pusieron fin a su carrera con un recopilatorio de su carrera "Selectec song 1994-2014", donde se puede volver a repasar y disfrutar un cancionero rico en seducción y dulces salvíficos de buen indie rock.
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