Es todo un punto saber después de tantos años en activo, que los canadienses Broken Social Scene, siguen en la brecha. No han caído en el descrédito total de sus paisanos Arcade Fire, el mayor bluff que nos han intentado vender en estos últimos años en la música independiente.
Tan solo basta ponerte "Halfway home", radiante y luminosa, eléctrica y espacial, para caer en las redes de estos esforzados astronautas de la épica y del pop infeccioso. "Protest song" es un puntazo,un abrazo de melodía y guitarras que juegan al escondite.
La banda de Kevin Drew y sus chicos han confeccionado un álbum repleto de joyas que reptan entre psicodelia espacial, ("Skyline"), o marcianadas de esas a las que nos tenían acostumbrados en sus anteriores trabajos, como la demencial y loca "Stay happy".
Suenan orates y brutos en "Vanity pail kids", para en la que titula el cd sentir la fría amenaza de un mordisco de lírica y sanación. Llevo silbando "Towers and mason" desde que me la eche a la cabeza, y "Victim lover" suena a nocturnidad y alevosía.
En la parte final del trabajo, exquisiteces como "Please take with you" y la letanía espacial de "Gonna get better". Antesala para el fin con "Mouth guards of the apocalypse", otro luminoso ramo de esferas para inspirar sueño y detonación.
"Hug of thunder" no decepciona, es un bálsamo cristalino, un páramo de festejos y rugosidades, un almacén de estrellas y difuminados parabienes.
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