La evolución musical de Alcest les ha venido bien. La banda francesa que empezó en sus primeros discos apostando por una especie de black metal extraño y atmosférico, ha ido puliendo su sonido hasta llegar al shoegazing.
Y es en este "Shelter" donde más acusada es la presencia de esos sonidos que se mueven en un mantra de burbujas.Si ya nos dieron pistas en su anterior disco "Les voyages de l'âme" por donde iban a ir los tiros, con sólo ponerte la cristalina "Opale", te das cuenta del cambio de timón agradable que han tenido los galos.
"La nuit marche avec moi", es una crisálida donde el duo Neige y Winterhalter hacen las delicias del escuchante con su armazón lírico para apabullar la calma. "Voix serenes" es una balada del espacio sideral, un vaho balsámico donde arrullar voluntades y "L'eveil des muses" con ese final desgarrado, hace subir más aun la percepción de que estamos ante una gran banda.
Shoegazing que mira a Slowvide sin perder de vista las reflexiones personales de una banda que proviene del metal ("Shelter"), shoegazing para aclararte las ideas, para posarte sobre el silencio, para disfrutar entre haces de apabullamientlo ("Away"), o deliberar entre diez minutos de rubor de olas ("Délivrance").
"Shelter", un buen disco, un conjunto de canciones repletas de síntomas para soñar, para escrutar cielos y sombras aleatorias.
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