Cuando me enteré que Guy Piccioto (Fugazi) estaba detrás de la producción de este disco, supe que los dos primeros trallazos punk del grupo en forma de lp "Downtown boys" (2012) y "Full Communism" (2015), iban a tener una explosiva continuación.
La banda liderada por Victoria Ruiz y Joey DeFrancesco, continuan fabricando dinamita de denuncia contra el racismo, el patriarcado, el vil capital, y han añadido a la lista de sus dardos al jodido Trump. "A wall", para empezar no podía ser mejor. El saxo atruena, los gritos de escaramuza, himnos para la rebelión con proclamas claras de resistencia y lucha.
Downtown Boys es el grupo punk más en forma del momento. Son las 8 de la mañana, suena "I'm enough(i want more)" y me dan ganas de buscar por el trastrero del tiempo mis viejas botas maquilladas con una A anarquista, y salir a la calle a poner las cosas en su sitio. Y es que la voz de Victoria sigue siendo como una manguera que expande gas venenoso.
"Somos chulas (no somos pendejas)", en español, es rápida, combativa, casi parece por momentos que se mira en el "Surfer rosa" de los Pixies. Bacanal de punk, ostias. Quien pensase que el fichaje por Sub Pop, abandonando su label indie, iba a suponer perdida de pegada, se va a llevar una decepción. Esto suena joven, vital, brutal, aromatizado por la ira que provoca las injusticias y que aquí se traduce en energía sin fin.
En "Promissory Note", se acercan a la ortodoxia punk finales de los setenta, marciales y con las guitarras como expendedoras de rabia y vesanía. Vaya sonido!. Como la visceral "Because you", que casi parece hardcore o "Violent complicity", algo más moderada pero con la misma carga instrumental que te da pie a subir sin condiciones el volumen de tu aparato reproductor.
"Tonta" también en español, es la canción donde el saxo se encuentra más desbocado, ejecutando una danza macabra que por momentos nos acerca al orbe musical de la No Wave neoyorkina. Y es que los chicos de Providence tienen todos los ases en la baraja marcados con la palabra revolución.
Casi acabando este portentoso viaje, un pedazo de himno para llevarlo prendido en tu camisa roja y negra, "Lips that bite". Downtown Boys, Punk año dos mil, actualizando y removiendo la pócima que desata la furia. Sonido más necesario que nunca en estos malditos tiempos que nos condenan.
2 comentarios:
Geniales!
Necesitamos esto!
A wall en bucle
Música para escuchar mañana a todas horas. Saludos!
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