No esta mal el cambio. Después de que el canadiense John K. Samson, militara en la banda punk Propagandhi, decidió cambiar el rumbo del timón y embarcarse en este proyecto diferente con el nombre de The Weakerthans. Se unió a John P. Sutton y Jason Tait para embarcarse en una amalgama de rock de autor, punk melódico y canciones tristes.
Si su primer disco, "Fallow" (1997), era bueno, su segundo, "Left and leaving", tenía todo a su favor para auparse en lo más alto de las listas indies de la época. Desde la sencillez melancólica de "Everything must go!", hasta los salpullidos eléctricos de "Aside", todo cabía en un disco que concentra en sus 12 temas un buen abanico de sonoridades.
"Watermark" es un torbellino que bebe del mismo afluente que The Replacements y en "Pamphletter" baja el pistón para confeccionar una sedosa y bucólica remesa de sonidos para soñar. Así eran The Weakerthans. Por aquí ya comenté en su día su mejor disco, "Reconstruction site" (2003), que fue la continuación a "Left and leaving", donde el grupo daba un paso más, apoyándose más aun en las guitarras para aturdirnos con espasmos.
Escucho "This is a fire door never leave open" y alucino con ese resumen hábil de fiereza y ternura, con esas melodías que te arrullan en un volcán de electricidad amasadora de energía que se concreta en la espeluznante gema que titula al cd.
"Elegy for elsabet" empieza rezumando corazones rotos, transporte de lírica al aire del dolor, y que se ve siempre acompañada de una buena explosión hábilmente acompañada de luces de estridencia contenida.
Para terminar, una letanía con aires sedosos, "Slips and tangles", piano incluido. En 2007 pusieron fin a su carrera, con "Reunion tour". Nos quedan un ramillete de canciones para soportar penas, para afilar los latidos, de una banda qu supo aunar con destreza la suavidad y la pegada.
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