miércoles, 24 de enero de 2018

MADENSUYU. "Stabat mater" (2013)


Madensuyu, mi primer gran descubrimiento del año 2018. Una autentica bomba. El grupo belga formado por Pj Vervondel a la guitarra y el batería Stjin "Ylode" de Gezelle, conforman una de las apuestas más interesantes que he escuchado en años.

Y es que todo en Madensuyu impresiona. La portada del Cd es un trozo de madera (si, literal) , las letras impresas en la caratula. En cada trabajo (llevan tres, y al mes que viene aparecerá el cuatro), han llevado lo artesanal hasta el extremo, usando fusibles eléctricos,o pedazos de hierro  para acompañar un armazón musical de esos que quita el hipo.

No es baladí el titulo de este trabajo, "Stabat mater", donde usan un termino asociado al sufrimiento de la virgen Maria con su hijo, para trasladarlo al dolor que siente la mujer cuando los malos hados se llevan a la progenie. Y luego va y te pones "Crucem", con sus arrebatos de distorsión y un final melódico para encantarte la vida.

Porque dentro de este cóctel musical que tan bien cuidan, el grupo parece querer reinventar el concepto de la música clásica desde la devastación bruta de un postrock que a veces es casi opera punk, ("Mute song").

Así, el himno Stabat Mater, musicalizado por Vivaldi o Arvo Part, en manos del duo es una auténtica catarsis que desde la primera escucha hace que te enganches a ellos. "On the long run", es otra letanía que te arrulla con solemnidad de silencios, con gritos de alarma, festín para los sonidos. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto la escucha de un disco, que no me apenaba su fin. En casi 40 minutos, les basta para provocar sensaciones, guitarra y batería sumergidos en espiritualidad malsana ("Ready I").

"Dolorosa" es otro de los puntos fuertes del disco; instrumental, furiosa, eléctrica, con los dos ángeles heridos confeccionando una postal de delicadeza, una traviata del ánimo henchido. "Triple dot" es un minuto y pico de órgano de catedral y para el final el delicatesen más absoluto con "Days and a day", donde partiendo de una base de calma feroz se acaban con una cantata desquiciada donde las cuerdas se amotinan, y la sobrecogedora "Haul in/high tide", motivo por el que me compré el disco, una especie de reencarnación de The Blue Nile en medio de un pasaje verde. Sin palabras, el clip que pongo a continuación habla por si solo.

Pronto por Discos Pensados irán apareciendo sus anteriores trabajos, a la espera de lo que se nos viene encima con su esperadisimo "Current" (2018). Repito, sin palabras, mejor oirles....



2 comentarios:

yomisma dijo...

Lo que he podido escuchar de "Current" es fascinante, vertiginoso
Súper recomendable

Carlos dijo...

Si, yo escuche dos temas de su proximo disco y la verdad es que parece muy grande lo que nos viene encima el mes que viene