sábado, 6 de enero de 2018

SPARKS. "Kimono my house" (1974)


Los hermanos Ron y Russel Mael, norteamericanos, se sacaron de la chistera un disco de esos que quita el hipo, y que hoy tras más de cuarenta años de su publicación suena como una golosina de pop envenenado, de ritmos trotones, naif hasta en la portada (sus dos primeros temas, "This town aint..." y "Amateur hour" son como para no parar de escucharlos).

Lo suyo era el sentido del humor, las letras divertidas, encuadradas en unas sinfonía glam donde todo estaba permitido; gracietas y más gracietas para envolver un regalo sónico que es una delicia para los oyentes de todas las edades ("Falling  in love with myself again").

"Here in heaven" casi suena post punk. Pero un post punk luminoso, con las guitarras de juguete y los coros flameados de con una buena dosis de neones de mil colores. Los teclados de "Thank god it's no christmas" es todo un puntazo rítmico y envolvente y "Talent is an asset", es danzarina, de dulzura gracial, music hall de locura y depravación.

"Complaints" es hija de la época donde se gestó el lp y "In my family" luce con orgullo su buen armatoste guitarrero acompañando al duo en su conversación por el lado más lúdico de la vida. A constatar que si sus dos siguientes discos "Propaganda" (1974) y "Indiscreet" (1975), siguieron la estela de este "Kimono my house", poco a poco se fueron diluyendo musicalmente, (aunque en 2017 sacaran "Hippopotamus").

Casi parecen a Stanglers en el inicio de "Barbecutie" para terminar en plan power pop con la vitaminada "Lost and found". "Kimono my house", de esos discos que resisten la patina del tiempo, un certero conjunto de canciones que suenan jóvenes, espectaculares, alegres y también porque no, de otro tiempo muy, muy lejano.....


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