Pon unas gotas de grunge, otra de post punk y otras de garaje. El resultado, es una bomba de relojería. Así suena el segundo disco de este trio de Nantes, que ha venido a confirmar lo que ya sabíamos cuando nos hicimos con "Desert island wish" (2018).
Y no hace falta esperar mucho. Tan solo ponerte los dos primeros temas del disco, ( la que titula el cd puro post punk con ecos a Idles), y sobre todo "Gender eraser" una puñetera amenaza sónica que empieza en plan divagante, como si la cosa fuera un paseo por un jardín florido, para al poco convertirse en un auténtico puñetazo en el estómago de distorsión desatada.
Y es que ahora que Idles no pasa por sus mejores momentos, que mejor que pararse en bandas como Mad Foxes, que hasta se permiten el lujo de vacilarnos con temas que recuerdan a unos Stooges cachondo ("Crystal Glass"). Lo de Mad Foxes va en serio; se acercan a sonidos más grunge con "Sights" para a renglón seguido en "Patience" jugar al escondite en un tema que tira por la senda de un garaje dubitativo.
Cuando más me gustan es cuando acuden al aullido, como en la bestial "Propeller", y hasta cuando bajan la intensidad como vemos en "Charlie" o "The Cheapest friend" suenan convincentes. Decaen algo con la lineal "Home" para acercarse a la psicodelia en "Fear of love".
Un pasote de disco que se disfruta con volumen alto, de un grupo que sobre todo en directo, son pura dinamita.
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