Con "Glass geysers...carbon clouds" pusieron fin a su carrera, esta curiosa y divertida banda, que nos regalaron un buen puñado de discos donde disfrutar de lo lindo con su indie rock repleto de aristas, de modismos todos ellos interesantes y disfrutables.
El grupo que contaba entre sus filas a Toko Yasuda (Blonde Redhead), nos regalaba punzantes y electrificados enjambres de guitarras dulcificadas con la voz de Toko ("Colette"), perdigonazos donde la guitarra de John Schmersal jugaba al escondite construyendo himnos de andar por casa, como la envolvente "Dr. Freeze".
Nunca tuvieron una repercursión excesiva, pero hay que reconocerles que junto a bandas como Brainiac o Deerhoof pusieron su granito de arena para que el indie tomara energías, punch suficentes para dislocarnos los huesos ("Sabina").
"Piece of mind" es puro punk, agitada, trajinando distorsión sin timidez ni mesura. Los aburridos y tediosos Pixies actuales firmarían hacer "Law of Johnny Dolittle"; tiene todo el gancho y pegada que falta a los de Boston de ahora. Energía bien elaborada, puro placer.
Toko canta en "Those who don't blink" como una auténtica posesa y "Mr.Ratatatatat" es otra gema de esas que penetra en tu ser con su seísmo rabioso y juguetón. Así eran Enon, un divertimento que se pasaba por el forro la seriedad.
Mi preferida es "Paperweights", una especia de krautrock de juguete para incendiar veladas tristonas y sin alma. Luego viene "Labyrinth", con otras sacudida de feedback del bueno, un torrente de electricidad que parece que no se va acabar jamás. Impresionante.
En conclusión, magnífico punto y final discografica (el grupo se disolvió en 2011) de unos adoradores del indie bien hecho. Nos quedan como un buen recuerdo ese torrente de canciones que nos hacen gozar.
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