"Earthequake glue" fue el disco número 14 en esa carrera que es interminable de la banda de Robert Pollard. Raro es el año que no saquen dos discos como mínimo. Lo suyo no tiene parangón, lo de Guided by Voices es una dulce anomalía que dura mucho, mucho tiempo.
Sus melodías revitalizan, como "My king is soldier" o "My son, my secretary and my country", vitaminas de indie rock que te hacen sonreír (I'll place your with machines"), junto con caramelos envenenados que casi parecen versiones actualizadas de los The Who ("She goes off a night).
Es imposible hallar un disco malo en esta intensa discografía plagada de canciones que son como sonajeros para tu espíritu, temas que te acunan y te dan guerra ("Beat your wings"), perfectas maneras de construir pulsos para silbar alegrías ("Useless inventions").
Eléctricos, melódicos, cargados de una intensidad que te desborda ("Dirty water"), descargas que te suponen un aliento que te seduce desde cada comienzo de la escucha como "Mix up the satellite", y ese valiente huracán que provoca esa efectiva sensación de las cosas bien hechas.
Nadie como Pollard para establecer ese calorífico y sentido sentimiento de que la música tiene un poder embaucador, que es la razón para que sigamos y sigamos siguiendo a nuestros grupos, erizándonos con el embrujo de bandas como Guided by Voices poseen.
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