domingo, 13 de octubre de 2019

THE FOR CARNATION. "Promised works" (1997)


Después de que la banda precursora junto a Codeine del slowcore, Slint, se disolviese en el aire como su leve música, haciendo que "Spiderland" fuese por el resto de los tiempos uno de esos discos que todos tenemos que recuperar, su líder Brian McMahan formó este grupo de un sólo disco, "The For Carnation", y con "Promised works", como una recopilación necesaria para completistas de la música del silencio.

Porque silencio es lo que nos regalan desde que ponemos el play y ponemos "Grace Beneath the pines", repleta de huecos donde perderse, de siseos que dan miedo. "How i beat the devil" se envalentona con sus guitarras que vaguean entre el post rock y la sincronización de la angustia.

Una pasada poder dormir la siesta con "Get and stay get march", o envolverte en una hoja de nube cuando el bajo y la voz de Brian nos llevan de la mano a un lago donde los ahogados reclaman alguna flor perdida o una lágrima casual ("On the swing").

Suben el listón y el volumen con "I wear the gold", para volver a un folk neblinoso de esos que te hacen perder el sentido con la impactante "Lymr, Marshmallow". "Winter lair" es bromuro de eso que te seda el alma y "Salo" es inquieta, reptante, para soñar mientras te pasas la noche en vela.

Termina este viaje por la niebla con "Preparing to receive you", otro maremoto de sinfonías de vacío para llenar tu alma de aire negro. Que pena que no tuvieran más continuidad. Nos queda la morfina de su música para entumecer rabias, para gritar en silencio.


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