Mejor disco del año hasta la fecha. Si ya me volví loco con su primer trabajo "Brutalism" (2017), este segundo los pone en la primera línea de fuego, allí donde se cuece la bilis y el grito desaforado. Los de Bristol siguen armando un discurso que no deja a nadie indiferente.
Ponen la diana contra el machismo, el racismo, las putadas que nacen de una sociedad enferma, y se enfrenten a ellas con rabia y actitud. Y van mucho mas alla. En "Colossus" hay veces que me recuerdan a unos Swans que se han pasado al post punk. Vaya sonido. Tema que avanza con el cuchillo en la distorsión y que acaba en un salivazo esplosivo.
"Never fight a man with a perm" es otra sacudida, como si Killing Joke hubiera vuelto a las andadas; ritmo marcial, peleas en el bar, ruido, mucho ruido, y sobre todo excitación. Porque escuchar a Idles te provoca, te incendia, te llama a la insurrección. Joder, lo que siempre ha sido el punk sin contaminar con poses tontas de imberbes yogurines.
Nada en "Joy as an act of resistance" sobra. Todo te hace mover los pies, gritar, agitarte y soñar con la revolución. "I'm scum" es otro himno desenfrenado, otro callejero grito de rabia al compas de guiños a The Fall. Brutal.
Llevaba esperando todo el verano la aparición del disco. Ha merecido la pena.Las paredes de mi casa sobreviven a duras penas a la excitación que provoca Idles. "Danny Denko" dedicado al lider de la banda inglesa Heavy Lungs casi parece una canción redskins. Un grito contra el racismo, a lomos de tarareos de pub. Y es que se pongan como se pongan nos dejan sin palabras.
Las canciones de amor de Idles, como "Love song", son como un desgarro, un veneno que te inoculan para ver las cosas de color demolición. Griterio, amor, te echo de menos, prendamos la dinamita, esto eso para que no me olvides, las guitarras estan ardiendo....
El punto del disco que produce más escalofríos es "June", donde Joe Talbot recuerda la perdida de su hija. Lenta, hipnótica, triste, terminal, para temblar. Y la lucha sigue y el desenfreno no para. "Samaritans". Épica, post punk de ese que ya quisieran Interpol.
Asi pasamos la mitad del disco y todavía les queda tiempos a Idles para continuar en la brecha de la adicción sonora. En noviembre vienen por aquí. No me los pierdo. Hacia tiempo que una banda no me causaba tamaña conmoción.
En "Television" se escoran de nuevo hace el punk. Y continuan sin perder ni un ápice la pegada, los intestinos del sentir se descolocan para en "Great" darle duro al puto Brexit a ritmo detonación. Maravillosos.
Cambian de registro en "Cry to me", donde se parecen a unos Cramps desairados y acaban el disco con "Rottweiler" la más ruidosa y animal de todo el disco con un final de esos que dejan huella.
Y es que como el titulo de su obra, la alegría es un acto de resistencia, y su alegría nos contamina, nos inflama, nos llena de orgullo, nos enfurece, nos hace sacar de nosotros el agitador que llevamos dentro. Idles, mejor disco del año. Veremos quien les quita el trono.
3 comentarios:
Qué decir? Discazo. Totalmente de acuerdo. El punk con argumentos. Su debut fue un bofetón para despertar y ahí siguen con más bofetones y furia
Esperado también el disco de Parquet Courts, pero el de Idles es un DISCAZO.
Vienen muy buenos conciertos
Saludos!!
Cuando no parar de poner un disco, cuando estas deseando llegar a casa para poner el play, cuando de camino al curro te lo llevas en los cascos, cuando buscas directos en internet, es entonces que has dado con una banda grande. Idles lo son. Saludos!!!!!!!!!
Lo escuché el otro día y la verdad es que tienen tralla buena. Salud, kamarada.
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