martes, 31 de octubre de 2017

VIVA SUECIA. "Otros principios fundamentales" (2017)


En 1994, cuando Los Planetas sacaron su primeros disco "Super 8", tenía 25 tacos y estaba currando los fines de semana en un garito. Recuerdo que me compré la cassete de "Super 8", y no paraba de ponerla en el pub. Más de un bronca tuve con el dueño por culpa de una adicción que creció nada más escuchar "De viaje".

Imagino que un joven de ahora, puede sentir lo mismo que yo en esa lejana época, cuando se ponga a escuchar a Viva Suecia. Desde que suena "Piedad" y sus guitarras dolientes, y las letras melancólicas, y el pop feedback que te agarra y no te suelta, notas que Viva Suecia tiene ese poder de evocación, de terrenos ya transitados por otros, pero hábilmente resueltos por el grupo.

El grupo murciano, con Rafael Val a la cabeza, sabe llegar con melodías radiantes de esas que cruzan espejos de edades, ("Nunca estamos solos"), músicas para adolescentes de ahora y para ya maduros cercanos a los cincuenta que al cerrar los ojos se acuerdan de cuando el ímpetu de la edad redoblaba los tambores de descubrimientos, de viajes y amistad ("El nudo y la esperanza").

En "¿Nos ponemos con esto?" suenan como un satélite radiante de Los Planetas, y en los emocionales siete minutos de "La estrella de David",  se escoran a un post rock de dolores de pasión, perorata larga que inflama los ojos, que pule océanos de esos que reflejan algunos pensamientos cogidos al vuelo del galimatías del tiempo.

Seguro que hoy puedo cruzarme por el barrio con algún chaval de esos raros que lleve en sus oídos "A dónde ir", mientras patea aceras, mientras da vueltas para evitar la vuelta a casa e intentar no pensar sólo en ella...  "Lo último que se pierda" de la mano del piano logra crear un misterioso climax que en "Hemos ganado tiempo" se convierte en otro hit de esos para votar esperanzas truncadas. Para terminar, "... que esto funcione", noise pop danzarín y crudo, feliz y necesario para acabar por todo lo alto.

Tenía 25 años y cuando acababa la noche y no quedaba nadie, me ponía "Qué puedo hacer" mientras miraba la puerta del bar pensando que porque no, ella entraría a salvar otra noche de extrema soledad.....

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