martes, 6 de septiembre de 2016

EXPLOSIONS IN THE SKY. "Wilderness" (2016)


Es igual el tiempo que pase. Cada vez que Explosion in the Sky saca un disco, disco que empieza a vivir en el habitáculo de mis esencias musicales. Asi, desde el primer trueno que retumbo en los cielos con "How strange, innocence" (2000) y sobre todo con su siguiente, que fue el punto de enganche que tuve con ellos, "Those will tell..." (2001).

"Wilderness" es otro disco más de los de Texas, que desde la primera pócima, que titula el cd, nos hace que nos entregemos en sus miniaturas instrumentales, con sus texturas líricas en medio de arrobos siempre bien delimitados.

Como la continuación con "The Ectatics" pura sinfonía a base de melodía y estructuras por todos conocidas pero igual de disfrutables que siempre. Explosion in the Sky,no fallan. Ahora no son tan arrebatadores como antaño, se han hecho mayores y les gusta pintar al ólea tristezas pasajeras o campos donde cocodrilos hambrientos cosen a la luz de velas aciagas armaduras contra el dolor.

Últimamente la banda había preferido utilizar su música como banda sonora de película, ("Manglehorn"). Aquí el grupo vuelve por sus fueros. Como no gozar con la ternura de "Tangle formations", con sus arpegios de dédalos perdidos entre soles rutilantes. Si, post rock de altura, de ese que te hace soñar sin perder deseos.

El disco no tiene desperdicio de principio a fin (sobre todo a partir de la segunda o tercera escucha). Te envalentonas con la sinfonía de "Logic of a dream", que se retuerce entre lava galvánica con gotitas de rocío nocturno. Poderío de Explosions in the sky para los que amamos este tipo de arranques, estas fiestas de colores emocionales.

La electrónica esta bastante presente en "Wilderness" y quizás en "Desintegration Anxiety" es donde más se cruzan con las letanías de cuerdas que se mueven en paralelo junto al complot de una banda en continua evolución desde unos parámetros bien prefijados.

Los dos minutos de "Infinite orbit", ensamblan a la perfección con "Colours in the space" y su especulaciones sobre el color de los latidos de corazón. Todo bien trenzado, todo bien estructurado, para que no falte nada a este plato servido desde el frenesí del post rock.

Para terminar "Landing cliffs" otra sopa de letras de reflexiones, interludios electrónicos en mapas de soñar aires frescos. Si, lo seguiré haciendo. Confio en ellos. Cada disco suyo, pintaré un pétalo electrificado con baterías de susurros. Música para la ensoñación, contra el malfario del tedio.




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