El cuarto disco de los daneses Efterklang fue un pasada. Cogieron el nombre de un pueblo abandonado minero del Artico, y se pusieron manos a la obra a trabajar en pos de la establecer conexiones entre la melancolía y las formaciones glaciares.
"Hollow mountain" es como volver a toparme con el recuerdo de The Blue Nile. Los del norte de Europa suenan envolventes, líricos, frenesí calmado mientras dejas de pasar la vida sin pensar demasiado. "Apples" es casi un hit de lo etéreo, grácil y resoplando combates de fuego amable.
El fichaje de la banda por el sello 4ad se nota. Hacen un recorrido por el frío, por lugares donde antes habia vida y ahora solo queda el silencio de la nieve, la cadencia de los pasos del tiempo por lo remoto, la agitación tranquila, el viento helado. "Sedna" es otro señuelo melancólico, otro boomerang de vidas perpetuas ajenas a las manchas de la incomodidad del progreso.
El grupo hasta realizó un documental "The ghost of Piramida", donde plasman el proceso del abandono, la grabacción de sonidos de la naturaleza, que se ven incorporado por la tecnología a un laberinto que te seduce y te hace presa. "Told to be fine" es electrónica de bajo consumo y "The ghost" es una arma arrojadiza de silencio. Cerrar los ojos y dormitar.
Si tengo que elegir una de este buen disco me quedo con "Black summer" y sus seis minutos de abrazos elocuentes, bajamar de saxos bajos y de truenos de juguete. Asi que sin ver el documental del grupo, te puedes imaginar la desolación y el silencio de esos pasajes lejanos, anónimos y distantes. Hasta el piano en "Dreams today" suena a nostalgia dulce, a rimel blanco enternecedor.
Para terminar "Monument". Pedazo de obelisco de calma, lucero inflamado, donde los componentes de Efterklang juran fidelidad al sello 4ad y a esas formas de hacer música tan caracteristica del label. Invierno y Efterklang, Y un buen vaso de un licor fuerte para entrar en calor.....
No hay comentarios:
Publicar un comentario