Seis meses después de su muerte, salió este doble disco póstumo del enfant terrible de la chanson gala. Daniel Darc. El ex-componente de Taxi Girl, que se forjó una carrera en solitario brillante, en medio de una vida de excesos de todo tipo, falleció de un coctel brutal de pastillas y alcohol, dejándonos huérfanos de canciones provocativas, pústulas en el sentir.
El que en su día se rajó las venas como telonero de Talking Heads, en 1979, cuando Taxi Girl, copaba las listas con su pop de sintetizador, nos dejó para el recuerdo este cd en dos, para que nos regocijemos con el que nos dio discos tan recomendables como "Crèvecoeur", o "La taille de mon ame".
"Chapelle sixteen" es un compendio ricamente excesivo de toda su obra. El inicio no puede ser más cautivador, con "Les 3 singes", entre violines y barroquismo, preguntándose porque le habían abandonado. Orquesta total, mientras Daniel se mira en el espejo antes de salir a actuar. En la mesa la droga para seguir, bajo las luces blancas del espejo el retrato de fin.
¿Se puede tener mejor inicio para este viaje de 29 canciones? Luego vienen los juegos del ratón y el gato, "Une place au paradis" y su rock glamuroso, o "Sweet sixteen" y su aire setentero que da paso a "Variations 5", lírica, sosegada, con la voz de Darc más profunda y absorvente que nunca.
La verdad es que dejó un buen testamento con este disco. "Les dernière fois" parece sacada de la discografica Stax records. Soul viejuno, provocación a raudales, climax removiendo sueños. Caliente, muy caliente. Luego aparece la contención, el piano, en "Des idiots comme moi" puro reflexión sobre uno mismo, sin rubor, ni silencio. Cada vez que escucho el disco, más me engancho a él. Una buena tunda de emociones para navidad. Casi te hace llorar "Période bleue" y "Ita Beila" es una ración más de serenidad programada para sentir el devenir de la vida de Darc.
El segundo disco empieza tranqui, con "Combien de battements" y "Bottes de skai", y mantiene un nivel de introspección general hasta que llega "Jeu à 13", puro festival de pop que sigue con la destartalada "Bonus lp12 guitare rock". Todo un tour de force intimo, especial, para recordar, este disco, de una figura atormentada, que vivió y murió con excesos y nos regaló una obra a recuperar. Bonito y bella postal de invierno este "Chapelle sixteen".
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