Que grandes y poderosos Gallon Drunk. Aun recuerdo la conmoción que me causó "From the heart of the town" (1993). Gospel punk, blues, primos de pellas de Nick Cave y sus malas semillas. James Johnston tenia todo para estar en la primera división del indie inglés.
No tuvieron suerte (yo creo que mejor así) y se quedaron como baluartes de una forma de expresión musical que hace del sudor, del blues y de las dentelladas que se arrastran, un todo para organizar una lava musical que nos pone a 100.
Oigo los casi 10 minutos de "Before the fire", con el piano conversando con la banda en una tranquila y a la vez pasional travesía por el rock, y noto que esto es madurez. Madurez de unos tipos ya de vuelta de todo, que no maquillan el deseo de seguir en la brecha.
Porque "The dumb room" es puro Jon Spencer, teclados galvánicos, puestas de sol de alcohol, furia que se desata, que es imposible domesticar. Los mismos, más viejos, igual de corrosivos. En "The exist sing" les sale su vena garajera, pócima segura para acabar de una vez con todos esos chiquillos que se creen importantes en esto de la música independiente.
La que titula el cd es una medio balada que crescendo despide mala baba, cúpidos de veneno, ponzoña y primitivismo anscestral. "Dust in the light" es hallar una gema a lo Cave en un camino podrido de accidentes imponderables y "Over and over" es casi Mudhoney.
Total que acabamos con "The speed of fear" y nos congratulamos que los viejos de los 90 sigan siendo nuestro banderin de enganche en unos tiempos donde lo cíclico significa una vuelta al principio del invento.
3 comentarios:
No pueden negar que les gusta el Nick Cave de Let Love In y temas como Loverman o los Echo and the Bunnymen, discazo, tío, discazo.
Bello y fuerte, saludos
Desde la cueva con amor
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