Con tan sólo ponerte "Mueve tus caderas" y "Qué hace una chica como tú en un sitio como éste", ya merece la pena este notable disco, donde el binomio Toño Martin y Pepe Risi (los dos ya fallecidos), les hicieron acreedores de ser los Stones de La Elipa, nuestro particular grupo de rock urbano que hablaba en sus canciones de chicas, excesos de drogas, la vida en los barrios, rock sin más.
Este segundo disco que continuó al descarnando "Madrid" (1978), es una gozada para situarnos en una época, después de la muerte del puto dictador, donde todos querian respirar, saltar, expresarse. No, no estamos hablando de la Movida. Burning fue rock and rolk, alejado de los focos del carmin de los "movidos", se dedicaban a contarnos sus historia de puterios y noches de exceso, roqueros que imitaban los sinsabores de la pérdida, el éxito momentaneo de ser conocidos. Colomo, que hizo una peli con el mismo nombre que la canción "Qué hace una chica..", sabia que Burning eran caballo ganador.
"Un poquito nada más" es un mediotiempo muy bien elaborado, y en "Bajo los focos" hablan del curro del roquero, del que sale a la escena para vaciarse en horas donde el público espera verse reflejado en letras y actitudes que se vivian en cualquier barriada de Madrid.
Quizás "El fin de la década" sea uno de los disco de rock español, que mejor detalla al roquero como arquetipo de una voluntad de transgresión individualista, indomable y excesivo, petulante y un poco gamba. "Puedes sentirlo" es un ejemplo de ello.
El punto fuerte de "El fin de la década" lo tenemos en "Las Chicas del Drugstore" y "Lo que el tiempo no borro", dos canciones de esas eternas, cadenciosas, repletas de melancolía, de rapidez vivencial.
Burning fueron grandes, dulces macarras de bourbón y lentejuelas, obreros de piedras rodantes, roqueros por vocación y dicha. 1979, cuanto ha llovido y que emoción volver a escucharlos.Hay va un clip con todo el disco. A disfrutar.
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