Vaya bombazo este cuarteto de Nothingam que empezó su carrera por el orbe de las melodías explosivas con este disco homónimo cargado de vitaminas eléctricas de secuencias que me recuerdan con nostalgia a bandas ya olvidados como Adorable, Catherine Wheel o Six by Seven.
Los chicos empiezan con una introducción abstracta casi espiritual, para darnos de bruces con "Venus in cancer", un torbellino que no cesa, y donde te escueces cuando oyes "Eighty eight", pura dinamita, con una melodía absovente, con paradas y arreones, rock con alto poder emocional, bramantes cuerdas que se tensan al mirarse al espejo de la intensidad.
En los ocho minutos de "Wiper" retratan a la perfección todo su ideario de banda hacedora de meteoritos brutales de feedback que son como corriente electrificada para elevarnos entre trombas de sonidos fabricados en una fábrica de pulsiones radiantes.
Los riffs de "Venosa", convulsionan tus arterias, con un estribillo muy Sugar, con un guiño a Mega City Four. Luminarias desde las rendijas del cielo. Cielo que se para en "Asphalt (Interlude)", piano de cola de ganso, una detención de la tormenta mediante un efímero paraguas derrotado cuando suena ese chispazo sónico que se llama "Smokescreen".
"The Ramones book" y "Local boy makes god", ponen la guinda a un primer trabajo que tuvo una estupenda continuación con "Out of the angels" (2006) y "Road eyes" (2010), ultima noticia de esta potente banda de predisgitadores del ruido.
3 comentarios:
Suena de lujo este tema, Carlos, voy a hacerme con él. Merci.
Qué maravilla. Por cierto, si te gusta el Shoegaze, tienes que probar con Alcest. Un abrazo, míster.
Alcest. Lo apunto. Saludos disqueros
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