BETUNIZER. "Quien nace para morir ahorcado nunca morirá ahogado" (2010)

Tornado, máquina explosiva sin control remoto, grito que se lleva la noche para que nadie pueda dormir, desaforado punk que supera al punk, gruta donde los instrumentos producen cortocircuito en la mente haciéndonos explotar entre pastillas del olvido..... Todo eso y más es la sensación que me produce cuando el play hace que suene este disco de debut de un trio de chicos valencianos que han conseguido producirme un millón de espasmos auditivos en el poco tiempo que dura el cd. Y yo tan contento y feliz.

¿Cómo podríamos definir esta bomba de hidrogeno? ¿No wave, hardcore free, punk ruidista, o una dulce pota de alambre que te sacude las sienes como una nana pendenciera? Lo único que sé es que no paro de escuchar esta villania cargada de malas bilis y atributos demoledores de inquira radioactiva.

No hay piedad para los que con ansia nos condenamos a este enjambre sónico que me ha dejado sordo. Escucho "Repase de huecos" y no puedo dejar de pensar en una versión lobotomizada de Dead Kennedys. Para desollarte los oidos. "Teniente corrupto" es una crispación noise desquiciada y anárquica, revolver en mano de guitarras que saben hacerse destruir con una rabia descomunal. Perturbados, como dicen ellos, que son unos perturbados.

Me gustan Betunizer por su exceso. Todo ello es exceso.  Y ahora nos hace falta eso, huir de contemplaciones y medianias y gozar con tracks como "Matematicotomas" o como vestirse de Napalm Death con paella de ponzoña.

"Trifucca en el cade" y "Nada/Loco" son otra formas de expresión orate, sin preambulos, sin concesiones, zarpazos que hieren y duelen, caliz borroso de infamia, pecados que se gritan para no callar la ira que nos tiene como congelados.

Me pongo ya a buscar "Boogalizer" (2012) sin perdida de tiempo. Bandas como Betunizer (Za!, Triangulo del Amor Bizarro o Ginferno tampoco debemos de olvidar) hacen que la crudeza en esto del rock siga siendo un condimento para la credibilidad de la música que amamos.