Reconozco que mi debilidad con Teenage Fanclub terminó cuando sacaron "Bandwagoneske"(1991). Antes, ya me hice con su primer disco, "A catholic education" (1990) que para mí es el favorito. Después, se inclinaron hacia el pop pop, dejando atrás esas melodías que en los 90 tantas veces grabamos en cintas para los colegas.
Me compré "Grand prix" (1995) y "Thirteen" (1993), pero ya no era nada lo mismo. Con esto no quiero decir que Teenaga Fanclub sean un mal grupo. Quizás es que uno esperaba que con los antecedentes de sus dos primeras producciones, seguirían por esa camino de distorsión acaramelada.
Ahora, tanto tiempo después, y el servidor con unos años más en la mochila, no me queda otra que recapacitar y aplaudir el disco que sacaron en el 2010, bajo el nombre de "Shadows". Me quito el sombrero cuando suena "Sometimes i don't need to believe in anything". Melancólicos, prudentes con un estribillo de primavera colosal, como siempre, con la sombra de Big Star bajo el manzano del pop perfecto.
El single que eligieron, "Baby Lee" es otra sencilla melodáa para añorar el campo y querer con todo el abecedario en la cabeza. En "The fall" se ponen tranquis y lloran caramelos. La florida "Into the city" es una buena manera de afrontar la pianística "Dark clouds".
Reconozco pues que, aunque mis dos lps favoritos son los mencionados al principio del artículo, no le quito méritos a una banda que ha sabido permanecer fiel a sus principios de paladines del pop orfebre. Desapareció la distorsión, pero crearon alados versos de olas de sencillez.
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo en todo salvo en lo del Grand prix, continúa pareciéndome el mejor disco de una banda maravillosa.
Ahora empiezo a reedescubrir de nuevo a los teenage aunque sus primeros trabajos sean insuperables para quien esto escribe. saludos
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