Fueron uno de mis grupos preferidos dentro de esa primera andanada de grupos de post rock, que en los 90 salieron a mansalva (Moonshake, Laika, Seefel, Labradford....). Liderados por Ian Crause, su propuesta no tiene parangón en aquella época, con esas pinceladas de post punk que aperecen en "In sharky water" pero siempre dentro de un verdadero enjambre sónico de esos que te llama la atención y consigue reptar en tus sentidos.
Pioneros en el uso del sampler digital junto a instrumentos de rock habituales, sus composiciones son una amalgama de caos y proeza estilística ("New clothes for the new world"), de ruidos que van y vienen y que tienen el punto fuerte en quizás el tema más famoso de su discografía, "Starbound , all bunt out and nowhere to go", donde parece que una ejercito de duendes burlones están en una discoteca disparando zarpazos brutos.
Las composiciones de Disco Inferno, nunca fueron de fácil asimilación, son como una corriente disparada de viento que penetra en tus oídos y los hace implosionar ("A crash at every speed"). Juegan y se divierten creando mapas donde es fácil perderse, con melodías raras que crean confusión, como un antipop sumergido en ácido ("Even the sea sides against us").
"Next year" con ese bajo amenazante, es otra de las joyas de este "D.I. Pop", álbum desgarrado, que ha pasado la prueba de los años vencidos con una juventud total, con su amplia gama de tonalidades que despiertan al oyente una cantidad desorbitada de sensaciones.
Para rematar la jugada, "Footsprints in the snow", una delicadeza para tranquilizarnos el alma después de tanta tormenta de rayos y truenos, después de toneladas de expresiones para volar desgarramiento. Necesaria en estos tiempos, la escucha de esta gran banda.
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