Pedazo de banda que fueron Swirlies. Este disco con nombre tan corto, fue su segundo, y como el primero que dio pistoletazo a una interesante y breve carrera, está repleta de shoegazing con murmullos de esos que te dejan sin respiración ("In harmony new found freedom").
Lo de Swirlies era distorsión con toques siempre melódicos, con espasmos eléctricos que a veces se acercaban a la parte más amable de My Bloody Valentine ("Sounds of sebring"), y otras como "San Cristobal de las Casas" eran arranques desmedidos de abrasivos feedbacks repletos de locura.
"Two girls kissing" es el tema que más me gusta. Lírica, efectiva, con pedazos de emoción que se disuelve en un vaho corrosivo, en un laberinto de ruido suave. Como "Sunn" y ese túnel de lavado de casi noise que noquea a la primera escucha.
Ya en la parte final, "The vehicle is invisible" es la perfecta jugada para tensar la cuerda definitiva de este shoegazing de ritmos envolventes, pura adrenalina para disolverte en un éter nervioso.
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