lunes, 11 de mayo de 2015

DOMINIQUE A. "Éléor" (2015)


Mi amor a la música francesa se lo debo a Dominique A y Experience. Fueron mi primer punto de contacto, mis primeros descubrimientos que abrieron las puertas a lo que vino después. El de Nantes me dejo sin palabras cuando compre "Auguri" y tuve que frotarme lo ojos para comprobar si estaba soñando o era una pedalada de lírica en rama.

Chanson y música independiente. Nadie como Mr. Ané. para juntar ambos conceptos, para embargarnos, para retarnos a pasaer en barca por sus palabras, por su voz que embriaga. Me hice con todos sus discos, y ahora estoy llegando a una isla que se llama "Éléor", y donde Dominique A realiza un viaje geográfico por países, lugares y rumores.

"Cap farvel" es la excusa perfecta para quedarte enredado en las redes. Redes de las que no saldrás cuando "Par le Canada" desarrolla sus urgencias épicas, sus sabores eléctricos, suavidad que mana luz fantastica, pétalos y dulce condenación.

La voz de Dominique A es irrepetible, sus historias ("Nouvelles vagues") descansan en un trayecto donde la calma te deja prendido, donde es fácil solicitar motines para escaparnos de la rutina. Suena el pop para bailar mientras el calor te atora en "Central Otago" y no paras de descorchar botellas, para brindar cuando la emoción hace que construyas parques temáticos en tus brazos de pelos adheridos a los vientos casuales.

"Au revoir mon amour" es un vals para bailar llorando y "Une autre vie" tiene un buen arranque de guitarra, siempre como medio de contención, como acompañamiento a los violines, a las ganas de hacer acrobacia con las palabras. "L'ocean", casi la mejor del lote (está difícil elegir entre lo sobresaliente) es una estremecedora nana para vibrar entre clasicismo y dársenas del querer. Sin palabras.

"Celle que ni me quitter jamais" si la cantase Pulp sería number 1. Nos contentamos con que Dominique A  pueble nuestros corazones de trofeos ilusorios de dicha. Menos mal que tenemos la música para quitarnos humores malsanos, insecticidas de víboras.  Y "Éléor" un buen medicamento. Me encanta "Passer nous voir", con ese aire oscurillo de mentira, con ese toque a nostalgia sin remilgos.

La que titula el cd y "Oklahoma 1932", ponen el punto y final a un maravilloso disco, de esos que estoy seguro que cuando pase 20 años, seguiré escuchando. Empecé oyendo a Dominique A y Experience. Al poco me casé con mi mujer marsellesa (muy poco indie elle), luego vino Leo Ferre, Miossec, Alan Bashung, Virago, Mendelson y demás trazadores de corazones. Y es que no hay nada como quebrar fronteras y disfrutar de estíos musicales de dicha, Vive les bonnes choses de la vie!.


4 comentarios:

manolo.dj dijo...

Qué alegría comentar esto... Lo estaba esperando.
Menuda joyita nos vuelve a dejar el nene eh? Me parece además muy bien producido, y como siempre, a otro nivel...
Excelente crítica amigo, pronto haré la mía aunque últimamente voy fatal de tiempo.
¿Viste el concierto en Canal France? Puse el video en mi blog.

Abrazo Carlos, y buena música!

Carlos dijo...

Corro raudo a verlo en tu buen blog amigo Manolo. Tenia ganas de dejarme llevar de nuevo por la voz y la clase de Dominique A. Un disco suyo, siempre es una buena noticia. Espero tu critica para leerla. Un abrazo y a seguir

bboyz1970 dijo...

Ayer lo vi en las estanterías de la tienda de discos y no lo cogí no se porqué. Si en la vida hubiera cosas tan seguras como que me va encantar su nuevo disco, todo sería perfecto.
La verdad es que no esperaba que se publicara tan pronto, con el de Fernando Alfaro creo que va a ser mi penitente compañía de este 2015.

Carlos dijo...

Yo tambien espero el disco de Fernando Alfaro como agua en mayo, de tormentas y comida china y subfusiles, historias entrañables de una de las voces más potentes de aki.