Menudo gustazo ha sido volver a escuchar a este grupo neozelandés después de tanto tiempo. Martin Phillips, cabeza pensante de The Chills tuvo la enorme idea de recuperar grabaciones que hicieron junto a John Peel entre los años 1985 a 1988.
Y vaya que si ha merecido la pena la sequía en el desierto. Desde los primeros acordes de "Rolling Moon", con ese pop cercano a la épica, con esos estribillos que parecen punk sin fuste ni combate, y esos teclados que parecen de juguetes, te das cuentas de que eso que se llamó el jangle pop, no fue ninguna broma.
"Brave words", es otro de esos latigazos de pop, urgente, medusas a la mar y canguros por doquier danzando mientras la banda se fuma una pipa de oxigeno. "We blanket" me recuerda a mis añorados The Church. Los pelos como escarpias, el pop como excusa perfecta para componer canciones de esas que no pasa el tiempo por ellas. Que brillantez y fuerza, que forma de enfatizar sus puntos álgidos de emoción, sirenas a la deriva, copazos de bourbón en la mesilla de noche.
El label Flying Nun fue el que se encargo de atesorar joyas de esas épocas. The Clean, The Verlaines, The Bats, formaron parte de una de las historia más interesantes del pop allende los mares. Volver a escuchar "Dan destiny & the silver dawn" es como cuando me pongo cualquier canción de The Smiths. La misma sensación de que aun no soy viejo, de que con la coraza de la música podemos luchar contra las garras afiladas del tiempo.
"Living in a jungle" parace The Stanglers, y "Rain" es una estocada en el corazón, un viaje por los suburbios del pop aceitoso en psicodelia, contundencia en lo suave, carantoñas en el haber de tus emociones más primitivas. "Moonlight on flesh" es la más extravagante de lote, rallando en lo experimental, cabalgando a lomos de siderales tonalidades rebeldes.
La última parte del disco, la que conforman canciones grabadas en 1988, nos trae temas del que seria el cuarto disco de The Chills, "Submarine bells". "Part past, part fiction" y su juegos de voces grandilocuente y veraz, "Christmas chimes", villancico para especular truenos de pop señero y el final con "Dead web" para terminar este homenaje necesario a unos de los mejores tejedores de melodías pop que ha dado la música independiente. Dulce disfrute.
4 comentarios:
Muy amantes de The Replacements, ¿no? No suena mal, vaya. Sin ser mi estilo, se deja ooír. Muy buena entrada, Carlos: en tu papel de cazafortunas.
En esos años todos los amantes del bueno pop con guitarras mirabamos a Oceania como centro neuralgico de vitaminas melodicas. The Chills, su maximo exponente. Saludos
Ciao!
Para ser sincero, no habia escuchado antes este grupo ni había oído ninguna de sus canciones; esta me ha gustado mucho la verdad, muchas gracias por la recomendación.
Buena entrada, Un Saludo!
Feliz que estoy de que disfrutes tanto del grupo como de la criticas. chills son la leche, si puedes pillate más de ellos
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