Este compositor americano, miembro de Efterklang siempre ha sabido tocarnos la fibra. Sus trabajos han sido pequeñas muestras de orfebreria musical, ("Home" del 2008 es una rúbrica a recomendar).
Broderick se fue hasta Berlin para grabar junto al compositor neoclasico Nils Frahm, el disco cuyo nombre es la dirección web donde dirigirte para poder escuchar mientras te tomas un té bien cargado de lentitudes tan candidas como "I am piano" o "A tribute to our letter writting days". Das al play y la pantalla de tu ordenador se llenará de piano que suena a slowpop,folk de mimbre, olas que rompen contra acantilados de risa.
La guitarra acústica de "Blue" y el tono en general del tema me recuerda a los ambientes rurales de Red House Painters. Todo tranquilo, sin armar mucho alboroto, hasta dejándose llevar por las programaciones en "It stars hear" recibes una buena tonelada de alicientes para tomarte un respiro, frenar el paso, alterar la conducta de los malos días.
"Colin" transita por páramos donde el silencio es el arma preferida para convertirte en un esteta sin riesgo a perderte por cienos de alambre. Todo sueño convertido en posibilidad, todo lujo y meseta de cuna. "Bad works" es bonita, si bonita y descalza, luz de gas y velas apagadas mientras esperas un beso.
"Trespassing" es obligatoria para los viajes en paracaidas por colinas donde las flores se ponen bufandas de pinchos, donde el verde primaveral se junta con nostalgias caidas en olvidos. Rurales briznas de hierba, el rio que mana ducha, los rebaños de nubes mansos como el cansancio que viene y va, como la lírica absurda de un quizás.
Acuda pues a esta web de marchitos encantamientos, seguro que podrás publicar tu nombre en el pétalo estallado de una sonrisa, o en la catarsis mundana de un deseo cumplido.
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