miércoles, 18 de marzo de 2015

ORANGE JUICE. "You can't hide your love forever" (1982)


Con este disco dió pistoletazo la carrera artística de este grupo escoces, con Edwyin Collins al frente. Orange Juice siempre fue una atractiva anomalía dentro del maremoto musical de la época. Ni se les puede encasillar en el post-punk, ni tampoco se les encuadra dentro de la orda de bandas indies que hicieron de la isla un faro donde mirar constantemente.

1982. El año en que decidieron confeccionar un disco de esos que marcan época, que oyendo ahora, más de 30 años después, no puedes más que disfrutar de cada tema. Valga el inicio con "Falling and laughing" con su aire casi funk, pero siempre con una detonación pop, que en la mayúscula "Untitled melody" aporta un punzante aire retro.

"Wan light" (¿quién se atrevia en aquellos años a llenar de vientos las canciones?) es quizás una de las formas más efectivas que tiene Orange Juice para presentar su discurso de grupo contracorriente. Pero también hay guitarras nerviosas y giros inesperados como "Tender Object", para danzar y danzar entre un torbellino de delfines.

Y cuando suena "Dying day" la fiesta atruena con soniquetes de pop manufacturado con mimo, reflejos de una ola que todo lo cubría, saltar y conocer, descubrir nuevos espacios, transmitir rabia e ilusión. Collins, como pajaro cantor, como proclamador de grandes verdades como en "L.O.V.E. love" o festivales de pop decadente como "Upwards and onmwards", siempre se las apañó para transitar la mullida estepa del mestizaje soleado y alegre.

Funky hasta la médula en "Satellite City", cuando suena el "Felicity" que hicieron suya en su tiempo The Wedding Present, ya me pongo a rebuscar en los anaqueles del recuerdo más discos de estos grandes olvidados. Luego vendria la enfermedad de Collins, pero eso es ya otra historia. De momento, la naranja, esta de vicio.

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