Ayer estuvimos gastando suela durante tres horas. Después de una buena comida y para acompañar los minutos de descanso, me puse a Actress. No hay nada como ponerte algo de electrónica minimal hipnótica y percutiva para llegar al reino de Morfeo.
"Ghettoville" es una maravilla para tus neuronas, una pastilla que te tomas y que dura 80 minutos, un viaje de esos planeadores comandado por Darren J. Cunningham que en éste su cuarto trabajo, nos conquista tras esta sucesiva andanadas de clitchs y sonidos embalsamadores.
Actress es una buena manera de acompañar a Burial o Aphex Twin. Escucho chuladas como "Corner" y no paro de silbar traqueteos continuos, electrónica para garantizar la expansión de los oídos a siderales campos de plutón.
Electrónica para saborear en intimidad, para compartir silencios. "Rims" parece que nunca se acaba, que es una secuencia radiada de neones que se pierden en el espacio. También tienen cabidas los sonidos industriales, opresivos momentos como "Contagius", donde puedes imaginar una debacle atómica mientras almuerzas a la luz de la luna un pedazo de cielo contaminado.
"Our" es una fundición esquelética, un leve tratado de como descomponer la electrónica en átomos sediciosos de luces y bucolismo de hierro. Y "Towers" se levanta como una enciclopedia de fuegos fatuos, de lineas siderales que conmocionan espacios.
El inglés ha pergeñado un disco soberbio, para adentrarte en la electrónica sin miedo a volverte majara. También hay tiempo para el dance, como en "Gaze" o "Skiline" propuestas que se aventuran por desiertos de robots ilusos con ganas de bailar.
Actress, interesa por su su perforación electrónica, por su mensaje aglutinador de efectos. Minimalismo para el fin de mundo o para una siesta no demasiado larga.
1 comentario:
Te gusta la electrónica por lo que veo, ¿eh? Yo de Actress conozco Splazsh y me gustó. Ese rollo que se traen deudor del dance hall mola. Escucharé éste, a ver qué tal. Un abrazo, Carlos. Cuídate.
Publicar un comentario