Aquí empezó todo. 1980. Jello Biafra es el maestro de ceremonias de esta bomba de relojería, uno de los discos punks más indispensables de la historia, más necesario, más peligroso. Das al play y suena "Kill the poor" y ya no puedes parar de moverte.
El sonido de Dead kennedys siempre tan característico ("Forward to death"), la llamada a las armas, a la rebelión ("When ya get drafted"), o incendios que son imposible de parar como "Drug me". Así eran Dead Kennedys, la respuesta al punk ingles, unos músicos que hacían desquiciar a sus instrumentos como vemos en "Your emotions".
Pogos y más pogos, fuego, resistencia, peleas, ("Chemical warfare"), sus conciertos eran una bacanal de devastación, con el público hipnotizado ante tal vorágine de rabia repartida en temas de corta duración (como buena banda punk), adictos a la disidencia siempre, en "Fresh fruit.." encontramos hits del calibre de "California uber alles" uno de sus himnos más recordados.
Eran increíbles, junto a Black Flag y Circles Jerks, quizás formen el trio más influente en sus vertientes posteriores (hardcore, post hardcore, hardcore punk, punk rock...). "Stealing peoples'mail" es otra batidora de urgencia explosiva de esas que te explota en las manos.
El punto más fuerte del que fuera su primer disco, lo tenemos al final. "Holiday in Cambodia" y "Viva las Vegas", atronadoras, canciones para identificar con los primeros acordes a una de las bandas más importantes del punk de la historia.
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