Cuatro discos sacó el grupo de Brighton, cuatro artefactos donde desgranan todo su arsenal de música para soñar, planeadora y lírica, post rock con ínfulas de épica, con himnos siempre de larga duración, donde es fácil dormirse soñando estrellas.
En "Under summer", el que fuera su segundo largo, con solo cuatro temas, pero rozando la hora de duración, nos encontramos lo que ya vimos en el que fuera su mejor lp, "Enjoy eternal bliss", temas evocadores, con climax de guitarras que se enervan, con violines que se agitan ("Together those leaves").
"Golden threads from the sun" y sus catorce minutos largos es toda una puesta en escena de la eficaz manera que tenían Yndi Halda de ejecutar ese post rock que no se anda con rollos progresivos, que se acerca más a los dictados de Explosions in the Sky o a la lírica de unos Rachel's en versión desatada.
Me gustan por su buenas maneras en el plan que tienen detallado, de ir poco a poco in crescendo, rodeándonos de voces y de un armazón casi neoclásico, vistiendo los temas de con un montón de guirnaldas tristes para días de esos siempre oscuros ("Helena").
Y para terminar este viaje por lugares de soledad y silencios pautados, "This very flight" y su monumental borrasca de sensaciones, para percutir en el oyente melancolías salvíficas, hogares de luces intermitentes para el placer del alma.
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