Vasta sólo la primera canción del segundo trabajo de Caroline, "Total euphoria", para quitarnos de golpe el mal trago de haber escuchado el pésimo ultimo disco de Black Country New Road. Lo que ha hecho Caroline es coger el testigo. BCNR, ya es pasado, hay que olvidarse de ellos. Caroline, con su valiente segundo trabajo nos ha emocionado, ha cogido las distorsiones, la calma, lo frágil y lo envolvente, y nos ha convencido.
Llega "Song two" y se les ve sumergidos en su mundo, en un sitio donde el caos pide paso con las guitarras como calambres, con el violín recitando estrofas de una calma siempre chica, con una pasión que intuyes y te sobrecoge. "Tell me i never knew that", con la colaboración de Caroline Polachek, es lo más cerca que han estado Caroline de una canción más o menos normal.
Pero es cuando suena "When i get home" con sus latidos como fuente principal de fuerza y arrojo, cuando te das cuenta de lo imponente de Caroline. "U UR ONLY ACHING" es folk que se ve sometido a la fiereza de los drones y ruidos para no dormir, y "Coldplay cover", que no, que no es una versión de Coldplay, es como si reviviesen en ellos el espíritu de los islandeses Mum.
Mi favorita, al final, "Two riders down", donde el desgarro es mayúsculo, donde el grupo toma nota de su evolución, y se siente a gusto es un lugar donde es imposible estar en una paz total. Aquí hay mucha tela que cortar. Caroline, promesa hecha realidad.
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